Edgar Viso Fajardo, un tequeño de corazón, tiene 64 años viviendo en la ciudad del clima ideal. Se considera un amante de la investigación, adicto a la lectura, un apasionado de la cultura y del mundo del arte en general.

Comenzó sus estudios en la Escuela Arturo Michelena, una de las primeras academias de pintura de la ciudad, donde se dio cuenta de que era fundamental dedicarse al dibujo porque tenía talento.

“Salía de mi colegio todas las tardes y me iba a pintar, mi mamá me apoyó mucho, ella descubrió que me fascinaba el arte, pero nunca me imaginé que tenía esa destreza”.

Precisó que durante sus estudios tuvo el privilegio de ver clases con el profesor de artística Aroldo Suárez, un hombre muy famoso que viajó mucho a Europa. “Él me enseñó bastante, me hizo darme cuenta de que mi fuerte era el arte y la investigación, ya que pasaba gran parte de mi tiempo escudriñando la historia, eso me abrió la mente y el interés”.

Posteriormente, consiguió una beca para estudiar en la Academia de Dibujo Publicitario y Arquitectónico en Caracas, en ese lugar se graduó en 1973.

A los años, por coincidencia del destino, un conocido pintor de Barlovento se mudó cerca de la casa de Viso. “Él también me enseñó sobre publicidad y la caligrafía de tinta china, en esa época comencé a hacer diplomas y demás trabajos”.

Así continuó realizando retratos, creciendo como pintor, siempre enalteciendo la historia regional y pintando con plumillas y tinta china personajes ilustres de nuestro país. “Uno de mis cuadros favoritos es el de la Madre Teresa de Calcuta, recalqué cada detallé hasta llegar la perfección”.

Por otra parte, detalló que le llama la atención hacer obras de restauración. “Estuve con una comitiva para recuperar varios sitios icónicos de la ciudad, como la casa Cecilio Acosta”.

Una amplia trayectoria

Este famoso pintor tequeño ha participado en varias Colectivas de Pintura en la entidad, entre ellas el aniversario de la Esguarnac y Rotary Club; I y II Exposición Colectiva Raíz Tequeña en el Ateneo de Lo Teques, la conmemoración del Natalicio del General Frascisco de Miranda, entre otras de gran importancia.

Recibió una condecoración Colombeia, acto que se llevó a cabo en el Ateneo de Caracas, para conmemorar los 250 años de Francisco de Miranda.

Igualmente, se desempeñó como dibujante en el periódico Texto de la Tierra, la revista cultural Contrastes entre 1993 y 1995, y en el semanario El Gráfico de Los Salias.

Por otra parte, ha ilustrado portadas de libros y trabajado como muralista. Tiene más de 20 condecoraciones en el estado.

Asimismo, aprendió a dominar el diseño gráfico y ha logrado mostrar sus obras en afiches, pancartas y diplomas; también le gusta animar eventos.

Viso expresó que otra de sus amadas facetas es pertenecer a la directiva de la Sociedad Bolivariana de Miranda. “Hemos hecho un trabajo apolítico de corazón, no es algo monetario, uno entra solo a reforzar parte de la historia del Libertador Simón Bolívar. En dicho lugar tenemos una buena biblioteca, pocos la conocen, es otro mundo del cual me siento orgulloso de pertenecer”.

Actualmente, se desempeña como coordinador de la Casa de la Cultura, donde se encarga de apoyar a los artistas.

“Por dedicación”

Indicó que es un apasionado de su labor. “Me gusta todo de la cultura, lo que emprendo lo hago por dedicación para ayudar a los estudiantes de los colegios y liceos, a quienes quiero acercar a este maravilloso mundo”.

Entre sus tantas anécdotas, recordó que hizo unos de los primeros logotipos de la Alcaldía. “Dibujé a Guaicaipuro con una espada porque quise representarlo enfrentando a los españoles”.

Expresó que “me gusta aplicarme en lo difícil, en especial dibujar con tinta china, ya que una vez pones un punto no hay vuelta atrás. Siempre resalto que es fundamental incentivar concursos y escenarios culturales, rescatar el patrimonio histórico de nuestro pueblo”.

Señaló que la parte cultural implica dedicación. “No quisiera desvincularme jamás de este mundo; sin embargo, también sueño con dedicarme a la carpintería y la restauración, montar un taller para enseñarles a muchachos de bajos recursos o en situación de calle lo bonito de ese mundo, a fin de que aprendan un oficio, ayudar al prójimo”.

Añadió que su experiencia define su labor, además de la dedicación, el compañerismo, la responsabilidad, eficiencia, honestidad, “por eso creo que los sueños se hacen realidad, aunado a la constancia. Por ello le digo a los jóvenes que investiguen y lean para que conozcan lo que les apasiona”.

Para culminar, destacó que Los Teques estará cumpliendo 240 años como parroquia eclesiástica e hizo un llamado a los pobladores a que se identifiquen con la hermosa capital del estado Miranda.

“Me gusta la palabra tequeños, es una raíz de historia, de mucha cosas bonitas, hablar de este pueblo es recordar la laguna que quedaba en Colinas de Carrizal, el Tren del Encanto, los paseos dominicales al cerro de La Cruz, entre otras tantas cosas que nos identifican, debemos recuperarlas y seguir impulsando el turismo en este paraíso”./ac

Foto: Jesús Ascanio

¨¨ Un tequeño que se ha dedicado a impulsar el arte

CARLA LARA PIÑERO