Estaría involucrado en tráfico de armas
La investigación por el magnicidio del presidente de Haití, Jovenel Moïse, cada día revela más escabrosos detalles de cómo planearon su tortura y posterior asesinato.
Para las autoridades de la isla caribeña, fue un acto de traición. Todo apunta a que su jefe de seguridad estaría detrás de la incursión a la residencia privada de Moïse.
Se trata de Dimitri Hérard, jefe de seguridad del mandatario haitiano, un hombre de 35 años en quien poco confiaban.
Así lo dieron a conocer las autoridades quienes aseguraron que en Estados Unidos le seguían la pista por supuesto tráfico de armas.
Investigadores del Center for Economic and Policy Research habían viajado a Puerto Príncipe para recolectar dicha información.
Revela, además, que Hérard tenía una pésima relación con el director de la Policía de Haití, León Charles.
Una de los interrogantes ¿Por qué Hérard seguía a cargo de la seguridad del presidente de Haití si tenía investigaciones en su contra y no había confianza sobre su actuar?
Tanto el fiscal Bedford Claude y el exsenador Steven Benoit, señalaron a Hérard como el principal sospechoso en el magnicidio, pues la crueldad que vivió Moïse antes de ser asesinado demostró que nadie estuvo allí para impedir su terrible final.