“El actual esquema tributario busca obtener recursos que en el pasado se obtenían por la ganancia de la renta petrolera, situación que propicia que las alcaldías despojen del 70% de los ingresos por la vía del impuesto municipal a comerciantes y empresarios”.
Se esa forma se expresó Bernardo Calvo, presidente de la Cámara de Artesanos y Pequeños Comerciantes de Miranda (Capmi), durante una entrevista ofrecida al programa Las Verdades de Miguel, donde afirmó que el actual modelo tributario solo genera incertidumbre y un panorama desalentador.
“El presidente Nicolás Maduro dijo que rentismo se acabó y desde ese modelo creció el Estado y cuando te enteras que ya no existe la renta petrolera que lo sostenga se pasa al modelo tributario, pero este no puede compensar el dinero que llegaba por el torrente petrolero”, advirtió.
Explicó que a partir del modelo tributario del 2014 y 2015 “se cayó en esta crisis que no extraía el dinero directamente del bolsillo del contribuyente, el cual se mantenía equilibrado por todo el exceso que venía de la renta petrolera, pero desde el 2017 como consecuencia de la hiperinflación, el Estado no pudo asumir sus compromisos y el pasivo laboral de la enorme nómina de trabajadores del sector público”.
El comodín
Destacó que con pasar del tiempo las alcaldías subieron los impuestos a partir del 2018 “y los contribuyentes no pueden elegir no pagar porque es una obligación, que además es una imposición unilateral que cercena el derecho a la defensa, bajo amenaza y hasta con el cierre del negocio”.
“El nuevo comodín de las alcaldías es el cobro de la propiedad inmobiliaria, mientras que en el 2019 el aseo urbano fue el comodín porque no estaban percibiendo impuestos por la actividad económica por el desplome del sector y de forma desmesurada incrementaron el impuesto del aseo urbano cuando en realidad debe ser equivalente a $ 1 o $ 2 así sea una oficina, una fábrica o una oficina dependiendo del estudio económico”, recalcó. Por último, indicó que la propiedad inmobiliaria es otra de las barreras que cruzaron los alcaldes en el 2020, a través de un gran Acuerdo Nacional de Armonización, “donde 300 alcaldes se despacharon y se dieron el vuelto al formular este impuesto”.