El asesinato de Edixmar Henríquez González, una joven de 23 años nacida en el estado Zulia y residenciada en Barranquilla desde 2017, tiene consternados a los habitantes de esas ciudad ubicada al norte de Colombia.

Su verdugo fue su pareja, Jaime Armando Cordero Barraza (36), con quien tuvo un hijo que la próxima semana cumplirá cuatro años. Él está detenido y confesó antes las autoridades el espeluznante crimen.

Narró que en horas de la noche del pasado sábado 14 de mayo, en su casa ubicada en el barrio Santa Inés del municipio de Soledad, golpeó salvajemente a la muchacha, la tiró contra la pared y la asfixió, reseñó el Diario El Heraldo.

El individuo estuvo 24 horas con el cuerpo de la víctima dentro de la vivienda y el domingo 15 a eso de las 11:00 pm, aprovechando la baja estatura de la mujer, contorsionó su cuerpo, la metió en una maleta que tenía en su casa, llamó a un taxi y se dirigió a Puerto Colombia, un balneario situado a más de una hora de Barranquilla.

Al llegar a su destino, el confeso feminicida arrojó el cuerpo al suelo, lo roció con kerosene y le prendió fuego, para luego huir caminando con destino a Barranquilla.

La relación de Edixmar y Jairo se habría materializado en 2017 cuando ella llegó a la ciudad colombiana, pero desde antes la pareja se había conocido a través de Facebook cuando ella estaba aquí en Venezuela.

Luego de estar cinco meses en territorio colombiano, la joven le comunicó a sus familiares acá en el Zulia que estaba en una relación sentimental con el hombre.

Antes del suceso, Cordero trabajaba en un negocio de zapatos, mientras que la mujer lo hacía en una panadería.

“Una novela de terror”

“Es bastante doloroso y muy triste y mucho más por la forma como pasó, siento como si fuese una novela de terror o algo que veía en las noticias y ahora lo estoy viviendo”, dijo una prima al medio de comunicación.

El descubrimiento del cuerpo fue informado la mañana del lunes 16 de mayo. La familia de ella se enteró de su desaparición por boca del propio asesino ese mismo lunes: “Él nos llamó y dijo que estaba desaparecida”.

“Nosotros entramos en alerta cuando él llama a mi casa para decirnos que mi prima estaba desaparecida, que no había llegado a su casa, ni al trabajo, inmediatamente comenzamos a regar las fotos de ella en redes sociales y a comunicarnos con sus compañeros”.

Para los allegados de Henríquez Hernández la relación de ellos era, aparentemente, normal: “Tenían casi 5 años juntos, cuando ella llegó a Barranquilla y a los meses se fueron a vivir juntos. De maltratos ella nunca habló, solo comentó problemas de pareja normales, pero hasta donde yo sé nunca hubo alguna agresión”, indicó la familiar.

Asimismo, indicó que el presunto responsable “era muy educado y tranquilo, por eso es que nosotros jamás nos esperamos que esto sucediera”./RP