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“El techo de la Iglesia de El Paso parece un colador”

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Maribel Sánchez

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Necesitan $1.000 para ejecutar las labores de reparación

La iglesia San Martín de Porres, ubicada en la urbanización Cecilio Acosta mejor conocida como El Paso, en Los Teques, cuenta con 55 años desde su fundación en 1969, brindando de manera ininterrumpida una labor pastoral y evangelizadora a sus feligreses y a la comunidad general de ese sector, así como de Colinas del Paso, Santa Eduvigis, Mal Paso, José Gregorio Hernández y zonas circunvecinas.

Para quienes visitan con frecuencia el templo se ha convertido en motivo de angustia las condiciones en la que se encuentra el techo, dada la gran cantidad de goteras que desde hace varios años vienen causando estragos en la estructura.

José Torrealba, miembro activo de esta comunidad religiosa desde hace 54 años, informó a Avance que ve con mucha tristeza como es que se anega el templo cada vez que llueve.

“El techo de esta iglesia parece un colador. En la parte interna el machihembrado es de madera, pero está muy deteriorado; el manto asfáltico que tiene por encima ya cumplió su vida útil. El ala derecha está bastante afectada de tantas goteras que se han abierto”.

El padre Gianpaolo Gench, párroco del referido templo desde hace cuatro años declaró que la obra para la recuperación de toda la cubierta rondaría los $1000, monto que no alcanzan a recabar con los pequeños ingresos que percibe por causa de las donaciones y que solo cubre para labores menores.

“Adentro, todo se moja de una manera impresionante. El cuarto donde albergamos diversas imágenes, el área de la pila bautismal, el altar y el presbiterio se ven afectados. Nos toca andar moviendo el libro de las misas para que no se empape”, enfatizó el párroco.

En los últimos años han recibido la visita de varios ingenieros que se han encargado de levantar una memoria fotográfica y efectuar informes, los cuales no han trascendido. La última inspección tuvo lugar hace una semana. La casa donde vive el padre y el salón parroquial donde imparten las catequesis también requieren de un cariñito.

Sobreviven por el voluntariado

“Tengo una comunidad muy dispuesta siempre a ayudar, sobrevivimos gracias al voluntariado. Algunos nos ayudan de manera desinteresada a pintar y a mantener la jardinería lo más al día posible. Esta iglesia no es del padre, es de toda la gente que vive aquí y merece atención, hemos enviado cinco cartas a distintos organismos gubernamentales, pero no hemos obtenido respuestas”, indicó.

Gracias a la suma de voluntades de quienes hacen vida allí, se ofrece servicios como el que ellos denominan La Olla Solidaria y Consultas Médicas gratuitas, en la que hacen entrega de medicinas que han recabado gracias a los aportes de los feligreses.

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