Trabajar a distancia es una de las más grandes tendencias laborales que tomaron popularidad durante la pandemia, sin embargo, quienes utilizan lo generado como un sustento diario se han visto afectados por el mal funcionamiento del servicio regular de internet, por ello, han recurrido a contratar otras compañías con una mejor gestión, a pesar de su alto costo.
“El problema no es pagar por el servicio que se recibe, porque las cosas no son gratis y eso se sabe, pero la realidad es que no es rentable, no puedo cumplir en muchas ocasiones mis cuotas de trabajo por la mala conexión pero si debo pagar religiosamente por el internet, debo reducir al máximo mis gastos, vivo para trabajar en lugar de trabajar para vivir”, comentó con desaliento William Ocasio, quien desde hace dos años es el sustento de su familia al laborar como “freelancer”.
Destacó que cumplir con las necesidades básicas como la alimentación, los servicios y atenciones médicas, se ha hecho cuesta arriba desde que su capital ha tenido que dividirse incluso más.
“La inflación ha mermado cada vez más mis capacidades de ser un apoyo económico para mi familia. $25 mensuales en internet, más de $100 en comidas y hasta $70 en otros servicios, eso sin mencionar cualquier otro gasto que pueda surgir de improvisto, de ser así no tendría como cubrirlo”, concluyó. /DB/at