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“En los niños está el verdadero futuro deportivo del país”

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“El deporte es una de las actividades más importantes para el ser humano”, fueron las palabras del reconocido empresario y deportista Juan Cruz, quien hace vida en el municipio Carrizal desde hace aproximadamente 45 años, a lo largo de los cuales ha contribuido a impulsar la carrera deportiva de muchos jóvenes y niños.

Junto a su familia llegó cuando tenía nueve años de edad, tras haber nacido en Maracay y crecido allá. “Soy hijo de un español que huyó de la postguerra en busca de nuevos horizontes, y una venezolana llamada María Rogelia de Cruz, entregada de lleno a las labores del hogar. Resulté ser el menor de los cuatro hijos de ese fructífero matrimonio”.

Juan señaló que sus estudios hasta el cuarto grado los desarrolló en Cagua, para luego continuar en el colegio Los Próceres, hoy conocido como Virgen de La Consagración. Posteriormente, pasó al Liceo San José, donde culminó el bachillerato. Su formación universitaria transcurrió en el Cultca, donde en 1989 se graduó como TSU en Administración.

“Desde entonces me desempeño como supervisor administrativo del matadero La Tropical, en un principio manejábamos 15 empleados, hoy día son 300”.

Refirió que tanto él como sus hermanos se involucraron siempre en las actividades que les infundieron sus padres. “El mayor se fue por coleo, mientras que Paco se inclinó por las carreras de autos; y yo por mi parte estoy enganchado al fútbol, boxeo y de un buen tiempo para acá, al beisbol”.

“Toda la vida me gustó el boxeo, era mi vida. Lo practiqué desde que tenía 14 años y luego también en el ejército, donde presté servicio por cuatro años hasta que pedí mi baja; inspirado en Manuel ‘Piedra’ Durán estuve en la onda boxística hasta los 25 años, de 18 peleas solo perdí dos. A la par de eso, le metí el pecho al fútbol como arquero y también coseché importantes triunfos”.

Un héroe inmortal

Expresó el orgullo que le embarga por continuar el legado de su padre Rafael Cruz, quien le inculcó a él y a sus hermanos el amor por el trabajo honesto, el deporte y la solidaridad social.

“Era un hombre extraordinario que se dedicó a la avicultura e instauró un pequeño matadero en nuestra casa, que se convertiría en el negocio de la familia a principio de los años 60. Me considero el sucesor de mi padre porque he procurado seguir siempre cada uno de sus pasos”.

En ese entonces, el matadero del municipio pertenecía a la firma Purina y llevaba por nombre Nutricos. “Los dueños de ese negocio ubicaron a mi papá y le ofrecieron la venta del mismo, a lo que él accedió y una vez que se hizo propietario legal en 1983, pasó a llamarse La Tropical; él nos involucraba a todos desde los 10 años de edad en las actividades del negocio, hoy uno de mis hermanos es gerente de operaciones y el otro gerente general”.

Pero más allá de todo eso, don Rafael también sembró en sus hijos la semilla deportiva. Fundó un equipo de bolas criollas, uno de fútbol y el de beisbol llamado Nutricos. Aunado a eso, fungió siempre como el primer benefactor en Carrizal con miras a impulsar las actividades deportivas.

“Aunque papá falleció hace cinco años, sus enseñanzas están vivitas en nosotros, y a su memoria dedicamos siempre cada uno de nuestros logros, fue un hombre proactivo y humanitario, cosa que nos transmitió”.

Sinónimo deportivo

En 1988 se funda la primera liga de softbol de Carrizal de la mano del señor Edgard Espinoza, y Juan optó por crear el primer equipo de softbol del matadero La Tropical.

En 2012 fundó una escuela de kick boxing que lleva por nombre Imperio Dorado, ubicada en el estadio Alexis Padilla.

“Hemos conquistado alrededor de 20 campeonatos, pero también he sacado seis equipos en varias categorías, derivados del pionero, cuatro en la liga de Carrizal y dos en la de Los Cerritos. Uno de ellos llamado Don Rafael, en honor a mi papá, y otro Juanche, que es una combinación de mi nombre con el del mánager Cheo Betancourt”.

Aunque este gran y noble personaje promueve el deporte desde todos los niveles, su talón de Aquiles son los niños. “Para ellos lo que sea porque en sus manos está nuestro futuro, por eso apoyo mucho al beisbol menor; no hay nada tan importante como guiar a los niños por alguna disciplina deportiva y nada más satisfactorio que contribuir con ese crecimiento; he donado desde uniformes hasta implementos deportivos para que nada detenga su desarrollo en el campo de juego”.

Pero no solo ha hecho de gerente y promotor, sino también de protagonista. “De lleno me inmiscuí a jugar softbol desde 1988, ahorita estoy en categoría máster y supermáster en primera base o como bateador designado”.

Recogiendo frutos

Innumerables son los éxitos que este admirable caballero ha forjado durante su trayectoria empresarial y deportiva. “Gracias a Dios y a nuestro esfuerzo tenemos muchísimos reconocimientos, alrededor de 100 trofeos individuales y de mis equipos hacen parte del invaluable tesoro que hemos labrado, y que van más allá de lo material”.

Aseguró que la clave de su éxito ha sido la constancia y disciplina en todo momento. “Uno nunca debe rendirse, siempre voy indetenible hacia delante y procuro que tanto el personal de la empresa como mis muchachos y compañeros de juego sigan ese ejemplo; también les aconsejo que ayuden siempre al que lo necesite porque no hay nada tan gratificante como colaborar con el prójimo”.

En 2014 fue exaltado a la Galería del Deporte de Carrizal y recibió la Orden José Manuel Álvarez en su Primera Clase. “Esta tierra grande en el ámbito deportivo tiene un valor muy significativo para mí, aquí crecí y aquí me quedo apostando siempre a lo mejor de su gente: los deportistas”./ac

Foto:  (Alí Guillén) /MARIBEL SÁNCHEZ 

 

 

 

 

 

 

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