Miguel Salomón Masri Palma es el nombre de un residente de Los Nuevos Teques que vivió durante nueve años con una tranquilidad bastante preocupante luego de envenenar a la mascota de sus vecinos.
La vida de la familia Bianchi Murat cambió por completo en marzo del 2013 luego de que Aaron, su Yorkshire Terrier, falleciera en circunstancias extrañas.
Según el testimonio de Nicole Bianchi en sus redes sociales, la relación entre su familia y Masri Palma estaba cargada de tensión, pues, además de quejarse de los ladridos, el habitante del edificio Araguaney consideraba que el canino era una amenaza.
“Resulta que al momento de hacerle la autopsia a Aaron, la veterinaria encontró restos de jamón en el estómago, algo muy extraño”.
Los afectados destacaron que el jamón no formaba parte de la dieta de la mascota y que el día de su muerte se encontraba solo en el apartamento, por lo que alguien externo fue el responsable de alimentarlo.
“Por supuesto que ante semejante situación y los antecedentes que teníamos con Miguel Salomón Masri Palma, él era el primer sospechoso de haber envenenado al perro”, explicó Bianchi en una información escrita enviada al Diario Avance.
Tuvieron que pasar nueve años para que la familia de Aaron confirmara sus sospechas, pues el hombre confesó el cobarde crimen de la manera menos esperada.
Luego de pasar una temporada fuera del país, Miguel Salomón regresó a los Altos Mirandinos, donde se reencontró con varias de sus amistades en una reunión.
El señalado por la familia Bianchi Murat se pasó de tragos y alardeó ante sus amistades haber matado al perro por estar cansado de sus ladridos.
Los asistentes a la fiesta quedaron perplejos ante la confesión del sujeto, pero esto no fue lo peor, pues entre los oyentes había una persona allegada a la familia afectada, quien confrontó a Masri Palma por el hecho que cometió hace nueve años.
Es importante destacar que la familia afectada acusó a Miguel Salomón en el 2013, sin embargo, la falta de pruebas les impidió conseguir justicia./rp