Las calderas son un recurso indispensable para la climatización de los hogares, edificios y empresas porque regulan la temperatura durante las temporadas de frío. Su funcionamiento moderno se basa en garantizar la eficiencia energética y disminuir los costes en la factura al consumir menos energía. Por eso son fundamentales las revisiones periódicas para disfrutar una óptima calefacción.
El mantenimiento asegura las funciones adecuadas de la caldera para producir la cantidad de agua caliente suficiente con mayor eficacia. No estará comprometida la durabilidad de la caldera, puesto que las revisiones preventivas mejoran el funcionamiento, seguridad y vida útil de la caldera, además que se evitan las posibles fallas en el sistema.
El mantenimiento de la caldera es una necesidad constante
La falta de mantenimiento de las calderas ocasiona daños irreparables en su sistema generador de calor: por ejemplo, el colapso de los conductores de agua o vapor por la presión y expansión brusca de ambos elementos.
En la mayoría de los casos, el colapso ocurre cuando hay una acumulación de sarro en los conductores o corrosión del material causado por la negligencia de mantenimiento. Este problema es un escenario perjudicial para el espacio físico y las personas, al igual que las fugas de gas que son tóxicas para el organismo.
Cuando las calderas presentan fugas de gas no siempre se detecta porque es inodoro e incoloro, siendo el monóxido de carbono un enemigo para la salud. Otro problema a los que se enfrentan las calderas es la alteración de la eficiencia energética por una pequeña falla que elevaría el consumo sin los mantenimientos constantes.
Los profesionales en calderas identifican estos problemas de manera inmediata previniendo las situaciones negativas en el hogar o empresa. La idea es que el mantenimiento sea riguroso y no se posponga, debido a que las reparaciones costosas o averías imposibles de solucionar pueden afectar el bolsillo.
¿Qué ofrece el mantenimiento de las calderas?
La principal razón para llevar a cabo el mantenimiento preventivo de la caldera es detectar averías que impulsen inapropiadamente la producción de agua caliente mientras se genera calefacción con un alto consumo de energía. Por ende, el mantenimiento de las calderas ofrece la eficiencia energética, la reducción de las emisiones de CO₂ a la atmósfera y un mínimo riesgo de fugas de gas en el interior.
Otro punto importante es que previene las reparaciones a futuros daños y desgastes de piezas que requieren un gasto elevado, aunque en ocasiones el mantenimiento no exonera el reemplazo de un componente determinado. Resulta habitual sustituir las piezas que están empezando a deteriorarse antes de que se dañen y afecten las funciones completas de la caldera. Esto contribuye a alargar la vida de la caldera, que también es una razón para su mantenimiento al ahorrar en la compra de una nueva caldera.
¿Cuándo hacer el mantenimiento de las calderas?
Para que las calderas de gas tengan un funcionamiento óptimo y eficaz por largo tiempo, el Reglamento de las Instalaciones Térmicas en los Edificios recomienda el mantenimiento preventivo cada 2 años. En cuanto a las calderas de gasóleo, se estima la revisión anual de acuerdo al manual del fabricante. En ambos casos, es de suma importancia que el mantenimiento y posibles reparaciones se ejecuten con un experto regido por un plan de revisión para determinar cómo está funcionando la caldera.
La posibilidad de la reparación de calderas
Si bien la ley establece en el Real Decreto 1027/2007 que las calderas deben revisarse dos veces al año, mínimo, suelen ameritar al menos una reparación durante su tiempo de vida dependiendo del uso. Es por eso que es posible que los profesionales después de hacer una revisión, se encarguen de cambiar piezas o reparar alguna falla para continuar con el mantenimiento preventivo y mejorar la climatización.
¿A quién acudir para el mantenimiento preventivo?
Basándose en el tipo de funcionamiento y componentes de las calderas, no se recomienda que cualquier técnico conciba el mantenimiento preventivo, y menos una reparación. Los profesionales especializados en calderas son quienes tienen que realizar las revisiones periódicas Una mala práctica en la revisión o mantenimiento podría ocasionar riesgos de daños irreparables. Por tanto, una buena opción son los especialistas en mantenimiento de calderas de https://universoinstalador.com/reparacion-y-mantenimiento/calderas-barcelona/ que garantizan un contrato de mantenimiento preventivo.
El contrato de mantenimiento es la mejor opción
El contrato de mantenimiento con una empresa de calderas es ideal para prevenir problemas en el funcionamiento de la caldera, aún más si se acerca el invierno porque será necesaria la calefacción durante el día y la noche. El mantenimiento constante de la caldera permitirá que mantenga una función estable, aunque si se presentan fallas o daños inesperados se puede confiar en la ayuda de los profesionales para que realicen la reparación pertinente.Cabe decir que las reparaciones tienen un mayor precio que el mantenimiento preventivo porque es posible que se reemplace alguna pieza por un repuesto nuevo. Lo importante es que siempre estemos atentos al funcionamiento general de la caldera para ahorrar tiempo y dinero.








