La producción ha bajado en un 20%
El tomate es un ingrediente esencial en las comidas de los venezolanos. Este noble vegetal puede combinarse con alimentos de todos los grupos; sin embargo, sus altos costos han generado que algunos opten por reducir su consumo.
La semana pasada, en el mercadito de la avenida Francisco de Miranda, se conseguía hasta en Bs. 80 el kilo, pero en algunos establecimientos de la capital mirandina visitados esta semana, puede costar incluso Bs. 110; es decir 50% más.
Las quejas de los compradores son algo común, algunos advierten que los precios suben prácticamente cada semana. “No es posible que se tenga que pagar tanto por un kilo de tomate, siempre que los compro cuestan más”, se quejó un consumidor.
El problema del aumento
Jerson Pavón, expresidente de la Dirección de Vegetales de Fedeagro, explicó que hay muchos factores que influyen directamente en los costos del tomate. El ciudadano de a pie no tiene idea de las peripecias que tienen que pasar los productores para sembrar una hectárea.
El rubro no está fuera de la realidad venezolana. La razón principal por la que aumenta con tanta frecuencia es porque en el país no se consiguen semillas, y esto provoca que los agricultores las adquieran a precios más elevados en el mercado paralelo, o que simplemente bajen la producción.
“Los que se dedican a sembrar tomates han disminuido la producción en 25% porque en muchas ocasiones si es que dan con las semillas, no tienen dinero para comprar la cantidad que usualmente producen”, expuso Pavón.
El asunto va más allá de los retrasos normales que pudiera haber en el mercado, ya que el año pasado las compañías distribuidoras no percibieron dólares para adquirir esa materia prima y, por tanto, hasta el día de hoy, están trabajando con las semillas que quedan del año pasado.
Los costos para producir se han ido incrementando porque la situación ha generado que los sembradíos adquieran el producto a precios insólitos. “Un sobre de semillas que antes podía valer 5000 mil ahora se puede conseguir hasta en 13 mil bolívares”. Subrayó.
Los costos se elevan en más de un 50%, y esto repercute directamente en el presupuesto de producción e incluso en las ganancias, porque para que se pueda establecer un precio es necesario que se consideren los gastos total de la siembra.
Los fungicidas
Este producto sirve para proteger y conservar el sembradío , si no se tienen los cuidados necesarios, las plantas pueden enfermarse y cabe la posibilidad de que se pierdan grandes hectáreas de producción. “Ahora mismo hay muchos fungicidas que no se consiguen y eso representa un riego para los productores, decirte todas las marcas es complicado, son bastantes, pero es un problema que le está afectando a mucha gente del rubro”, señaló Pavón.
Informó que entre los controladores de plagas que no se consiguen están el Moncozed, Kimfu, Bondosec, e Infu,. “Ese problema también es culpa de algunas decisiones que se han tomado, Agropatria ha intentado satisfacer toda la demanda, pero escapa de sus manos, actualmente solo pueden surtir el 70% de lo que piden los sembradíos”. Este producto, a precio regulado, se consigue Bs, 2800, pero dada las fallas de importación y distribución hay quienes llegan a pagar entre 14 mil y 15 Bs. “un ejemplo de esto es en Manzape”, aseguró
Lo que necesita el país
Un factor determinante en los cosos finales es el lugar en donde se coseche, si este vegetal se siembra en Guarico, es mucho más económico porque no se tienen que amarrar los sembradíos con cuerda, y esto es un proceso que ahorra mano de obra. En los Andes, por ser una zona montañosa y de terreno irregular los sembradíos requiere de un proceso más delicado que eleva sus costos significativamente.
Rodolfo Machín, presidente de la dirección de vegetales de Fedeagró, precisó que la demanda demanda del país asciende a 220 millones de kilo al año y los meses en los que este producto se cosecha más es en enero, febrero y marzo. Detalló que para abastecer la demanda venezolana se deben sembrar 70 mil hectáreas anualmente. La escasez en estos rubros también llegó a los herbicidas, productos como Senco, Exone y Girasol ya no se ve encuentran en el mercado, así lo indicó, Machín
Otras cifras aportadas por Fedeagro demostraron que en Venezuela este artículo es muy demandado. Para el año 2008, en el país se consumía, en promedio, 6.221 toneladas en lata , 21.722 de pasta de tomate y 6.621 en salsa.