El Papa Francisco ha pasado una noche tranquila en el hospital Gemelli de Roma, según informó la oficina de prensa del Vaticano. Después de sufrir dos episodios de insuficiencia respiratoria aguda, el pontífice continúa bajo observación médica.
En la mañana del día 18 de su ingreso, el Papa sigue con un pronóstico reservado. Los médicos realizaron dos broncoscopias al líder de la Iglesia Católica, procedimientos que requirieron la aspiración de secreciones debido a una significativa acumulación de moco endobronquial.
Por la tarde, se reanudó la ventilación mecánica no invasiva. El Vaticano ha comunicado que el Santo Padre se ha mantenido vigilante, orientado y colaborador durante todo el proceso, aunque el pronóstico sigue siendo reservado.
El pasado viernes, el Papa experimentó una crisis aislada de broncoespasmo y un repentino empeoramiento de su cuadro clínico respiratorio. Sin embargo, respondió bien a la terapia administrada, lo que ha sido un alivio para sus seguidores en todo el mundo.