Imagine que un dinosaurio de un museo comenzara a hablarle y a explicarle su propia historia cuando va a verle. Sabemos que es algo imposible, pero siempre podemos acercarnos lo máximo posible a ello, como ocurre en el Chicago’s Field Museum of Natural History, donde cada una de las figuras expuestas contarán con sus propias voces gracias a una iniciativa de Leo Burnett.

En total, la agencia se encargó de escribir más de 100 cortos y divertidos guiones para poner voz a los diferentes animales, platas y minerales del museo. Se trata de una de las mejores maneras para aprender historia, ya que se hace mucho más amena e interesante.

Además, el museo ha decidido que los ciudadanos también pueden formar parte de esta gran e interesante iniciativa, por lo que permite a todos los habitantes de Chicago grabar los monólogos que deseen en una cabina especial para grabaciones que se está poniendo en diferentes puntos de la ciudad.

De todas las grabaciones de los ciudadanos, se elegirán las mejores voces para que los visitantes al museo puedan disfrutar de ellas a través de sus teléfonos móviles cuando visiten el museo.

Esta campaña no solo ha servido para diferenciarse, sino también para llamar la atención del vecindario y acercarse al museo. “La asistencia al museo ha aumentado bastante, aunque la competencia cultural en Chicago sigue siendo muy alta. Como cualquier negocio, el Field Museum tiene que crecer su base, destacarse entre los competidores y mantenerse al día con los gustos y expectativas en evolución”, ha explicado el director creativo de la agencia encargada de la campaña, Carlos Murad.

Entre las grabaciones de los ciudadanos, se han encontrado algunas verdaderamente originales. Las personas están tomándose bastante libertad a la hora de elaborar sus propios monólogos, y algunos resultados están siendo asombrosos: “Un chico entró en la cabina ocultando su rostro, parecía bastante tímido. Sin embargo, cuando comenzó a leer su monólogo, resultó ser la versión más increíble de un arácnido que jamás hubiéramos imaginado. Sonaba amenazador y malicioso, como un villano de una película, fue totalmente sorprendente”, recuerda el creativo.