Europa, sobre todo en los países ubicados más al sur, experimenta este miércoles una de las olas de calor más agresivas de su historia, debido a temperaturas superiores a los 40 grados, algo casi insólito para finales del verano.
En consecuencia, se están multiplicando los incendios forestales. En Atenas (capital de Grecia), sus habitantes se despertaron este miércoles con una espesa humareda negra y los bomberos enfrentan las llamas por quinto día consecutivo en diferentes regiones del país heleno.
Asimismo, Portugal se mantiene en alerta por incendios, con la mitad de su territorio con temperaturas por encima de los 40 grados la víspera, alcanzándose los 45,6 en el centro de la nación.