El hígado graso no alcohólico es una patología cada vez más frecuente en la población, caracterizada por la acumulación excesiva de grasa en el organismo e inflamación en el hígado que puede terminar provocando cirrosis e insuficiencia hepática.
La Nutricionista Nancy Gómez, explicó que hasta un 20% de las personas diagnosticadas con hígado graso, llegan a desarrollar cirrosis hepática e incluso cáncer de hígado.
“Esta es una enfermedad que pueden llegar a padecerla personas que no beben alcohol y que su consumo de grasa es bajo, ya que un gran porcentaje de la grasa que circula en nuestro cuerpo proviene del metabolismo hepático, es decir, se forman por el exceso de carbohidrato”.
Señaló que el excesivo consumo de carbohidratos proveniente de la azúcar refinada, comidas procesadas, pastas, el exceso de frutas, edulcorantes y sobre todo de las harinas originadas del trigo como el pan, las tortas y las gallegas ayudan a incrementar esta terrible enfermedad.
“El hígado graso no es un padecimiento exclusivo de los adultos, ya que tambien pueden padecerla niños y adolescentes, por ello es fundamental evitar o tratar de reducir la cantidad de carbohidratos que se consume diariamente y optar por alimentos más sanos”. EF/ct








