Nueve personas, en su mayoría civiles, fallecieron este sábado en una explosión en la provincia de Idlib, en el noroeste de Siria, informó la ONG Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH). Esta explosión, a falta de investigaciones, pudo haber sido causada por algunos de los grupos terroristas que hacen vida en territorio sirio.

El origen de esa explosión, que dejó también 26 heridos, aún no pudo ser determinado, según dicha ONG que dispone de una extensa red de fuentes en Siria.

La mayor parte de la región de Idlib está controlada por los yihadistas de la exrama de Al Qaida en Siria, pero también alberga a otras facciones rebeldes opuestas al régimen de Bashar al Asad.

En los últimos meses, varias explosiones, algunas de ellas de origen indeterminado, sacudieron la ciudad de Idlib y la provincia homónima.

Idlib, una de las últimas provincias que escapan al control del régimen, es a menudo objetivo de los bombardeos de la aviación de Siria y de su aliado ruso.

La guerra de Siria, que comenzó en 2011 después de que el régimen reprimiera con fiereza una serie de manifestaciones pacíficas, se ha ido volviendo más compleja con el paso del tiempo y la intervención de países extranjeros y grupos yihadistas, en un territorio cada vez más fragmentado. El conflicto ha dejado más de 350.000 muertos y millones de desplazados y refugiados.