La principal fuente generadora de divisas del país, la actividad petrolera, registró una estrepitosa caída en los últimos 7 años, según los datos publicados por el Banco Central de Venezuela (BCV).
Según las cifras oficiales, las exportaciones petroleras venezolanas cayeron 68% durante el período 2012-2018, al pasar de 93.569 millones de dólares a un mínimo de $ 29.810 millones al cierre del año pasado.
Los números indican que el país cada vez cuenta con menos dólares para hacerle frente a la grave crisis económica que se vive. Los datos en “rojo” se suman a otros indicadores como una contracción del 20% y una inflación sobre el 10.000.000% para finales del año en curso.
Economistas han advertido que el país requiere unos 50.000 millones de dólares para recuperar el aparato productivo nacional. Pero, este año se perfila que las ventas de crudo apenas podrían superar la marca de los 20.000 millones de dólares, de continuar la caída drástica de la producción petrolera (hoy en apenas unos 700.000 b/d) y que el gobierno del presidente Donald Trump impongan sanciones más duras a Pdvsa y sus clientes.
“Venezuela se está quedando sin dinero, sin divisas para ser frente a la terrible situación económica que vive Venezuela. Las exportaciones petroleras son el pilar de la economía, el país depende exclusivamente del crudo que vende en el mercado internacional (…) pasar de 93.000 millones en ingresos a un mínimo de 29.000 millones te da un claro reflejo de cómo está Pdvsa, de cómo está la infraestructura petrolera del país. Este año la situación puede ser mucho peor”, apuntó el economista Carlos Javier Maldonado.
“De acuerdo a cifras de Pdvsa, la producción petrolera ha caído 1.930.000 b/d en 5 años y 550.000 b/d en 2019. Desde que Maduro está en el poder, Venezuela ha dejado de recibir $ 45.000 millones por concepto de exportaciones petroleras”, escribió el economista Alejandro Grisanti.
Los datos del BCV también indicaron que las exportaciones no petroleras se mantuvieron en saldo positivo. En 2012, dejaron al país 4.308 millones de dólares y el año pasado el saldo quedó en 3.867 millones de dólares.
El BCV había dejado de publicar información macroeconómica hace tres años sin dar explicación.
En otro renglón, las vitales importaciones cayeron de 57.183 millones de dólares en 2013 a 14.866 millones en 2018, dato que explica la severa escasez de bienes básicos en los anaqueles.
Los venezolanos enfrentan desabastecimiento cíclico de alimentos básicos y crónico en el caso de las medicinas y los insumos médicos, a lo que se suma ahora la falta de gasolina, buena parte importada.
El derrumbe es aún más notable en el caso de las importaciones no petroleras, que bajaron desde 52.643 millones en 2013 a solo 5.835 millones en 2018.
Fuente: Panorama
