Este lunes, la Fiscalía de Corea Del Sur manifestó la intención de detener a la expresidenta de la nación, Park Geun-hye, por su presunta responsabilidad en actos de corrupción que provocaron un escándalo político y su salida del poder.
La medida llega después de que los fiscales interrogaran a Park durante 14 horas la semana pasada por sospechas de que conspiró con una confidente, ahora encarcelada, para extorsionar a empresas y de que cometió otras faltas durante su mandato.
Una oficina de la fiscalía de Seúl dijo en un comunicado que busca que un tribunal local emita una orden de arresto contra Park. La Corte Central de Distrito de Seúl celebrará una vista el jueves para decidir sobre la petición. Se espera que el tribunal pida a Park que asista a la audiencia y la decisión sobre su futuro podría anunciarse el viernes, según funcionarios judiciales.
La detención es el próximo paso antes de que Park pueda ser acusada formalmente por delitos como extorsión, soborno y abuso de poder. En Corea del Sur, solo la condena de soborno podría acarrear una pena de cadena perpetua.