El fluido o secreción vaginal es natural en todas las mujeres y tiene como finalidad lubricar la zona y prevenir diversas infecciones; su color y contextura puede variar durante el ciclo menstrual.
“El flujo debe ser de color claro, casi transparente y no ha de tener ningún olor. Para todas puede ser diferente, es decir, puede ser un poco más abundante, elástico o más blanco, esto también dependerá del ciclo menstrual”.
Así lo declaró Laura Guzmán, especialista en el área de ginecología y quien señaló la importancia de monitorear su color, dado que los cambios pueden ser indicativo de alguna infección o enfermedad.
“Los flujos vaginales anormales, además del cambio de color, suelen venir acompañados por una variación de olor y síntomas como picazón o inflamación en la zona de la vagina, al momento de notar esto, lo ideal es acudir con un especialista”, indicó.
Un color marrón fuera de la menstruación, puede indicar cáncer de cuello uterino, el verdoso es indicativo de tricomoniasis y el gris con mal olor, vaginosis bacteriana. /AGC /at