Clientela se reduce críticamente año tras año

DORIANA BORREGO

Cada vez son menos las personas que necesitan contratar los servicios de una lavandería, gran parte de los ciudadanos cuenta con los equipos requeridos para asear las prendas de ropa desde el hogar, o en su defecto, realizan un lavado a mano.

“Antes de la pandemia ya existía un declive considerable, pero ahora estamos en un punto en el que dudo que podamos recuperarnos o volver a lo que éramos antes. Entre la falta de agua, la pérdida de algunos equipos por el tiempo de uso y la baja clientela, vamos para abajo”, explicó Marianela Toro, quién por más de 10 años ha trabajado como asistente de lavado.

Pocas lavanderías se encuentran en pie y prestando servicios con regularidad, al realizar un recorrido pudieron contabilizarse al menos dos comercios de este estilo que se mantienen a la espera de una mejoría económica que recupere la estabilidad de sus negocios.

Existen distintos paquetes parta adaptarse al público con el objetivo de incrementar las ventas, sin embargo, cada vez es menor la cantidad de ingresos diarios en este tipo de comercios que se han mantenido en pie desde hace muchos años.

“La gente ya casi no viene, tienen con qué lavar o no acostumbran asear sus prendas fuera de casa. Esto era más rentable cuando no era común tener electrodomésticos como lavadoras o secadoras en todas las viviendas. Son muy pocas oportunidades para remontar las que existen, cada vez somos menos en este mercado”, agregó Toro./at