“Creo que lo que me llevó a especializarme en cirugía general y todos los estudios en el ámbito de salud femenina, fue que desde siempre me gustó la mujer, como ser humano, como lo que es, sin ellas simplemente no existiríamos; en resumidas cuentas son las que le dan forma y dirección a una familia”.
La cita pertenece al Dr. Francisco García, un extraordinario cirujano plástico, mastólogo y ginecólogo de amplia trayectoria en nuestra ciudad, que con su incomparable compromiso se ha encargado de embellecer a cada mujer que se acerca a él, buscando mejoría a nivel de salud y estética.
Francisco nació en el estado Mérida, pero creció y se crío en la capital del país. “Me gradué de bachiller en el Liceo Caracas en El Paraíso y siempre quise estudiar medicina, somos dos varones y los dos somos médicos. Fue una decisión propia, no hubo ninguna influencia familiar que nos conllevara a tomar este camino”.
Comentó que al salir del liceo, entró de inmediato a la Universidad Central de Venezuela, en la Escuela de Medicina José María Vargas, donde logró graduarse como Médico en 1983, para luego dar inicio a un post grado de Cirugía General en el Hospital Militar. Cabe destacar que actualmente nuestro protagonista, arribó a sus 34 años en la profesión destacándose en este mundo y considera que todas sus metas han sido cumplidas.
“Luego de ese post grado, me metí en otro de Cirugía Plástica y Reconstructiva en la Cruz Roja Venezolana. Después de tantos estudios como la ginecología, mastología y todo sobre la mujer como paciente, no quise quedarme ahí y me plantee un maravilloso proyecto”.
Rememoró que trabajó 13 años en Caracas y como esa gran ciudad se estaba convirtiendo asfixiante, pensó en trasladarse a otro sitio y fue cuando se llegó a Los Teques, lugar que lo acobijó de la mejor manera y donde no se quiso ir.
“El por qué escogí esta ciudad, es simple, porque una de las cosas que me encantan es el clima y la tranquilidad que se respira en ella”.
Enamorado de su profesión
Con un gesto de felicidad inigualable, Francisco expresó que exactamente el 23 de enero de 1998 inauguró la Clínica Uaco, una de sus más grandes metas. “La idea era hacer un compendio de especialidades en un solo sitio para la mujer y por supuesto con mucho trabajo y sacrificio lo llegué a cumplir”.
El próximo año, esta reconocida clínica arribará a sus 20 años en nuestra ciudad, donde prácticamente el 98% de los pacientes que acuden son mujeres. “Hasta ahora, gracias a Dios, nos ha ido bien, esperemos que esta adopción que me hizo los habitantes Los Teques me permita seguir prestando el servicio como lo he venido haciendo y que sigan creyendo en mis habilidades como médico”.
Mencionó que se encargó de que en esas instalaciones las féminas recibieran todos los estudios mínimos necesarios para su evaluación y control ginecológico, incluyendo mamografía, todos los tipos de ecos, densitometría, laboratorio, entre otros.
Preguntarle que satisfacciones le ha traído esta profesión y todo lo que ha logrado, puntualizó que son muchísimas iniciando por el cariño de sus pacientes. “Ellas son de verdad muy leales y cada año vienen para prevenir un cáncer y esos “Dios te bendiga” no tiene precio. Lo más gratificante es lo que he recibido y ese amor de mis pacientes”.
Entre las anécdotas, precisó que lo más increíble son las expresiones de felicidad y amor después de las operaciones. “Cuando llegan acá, la felicidad no les cabe en la cara y en el cuerpo, para mí es la mejor anécdota. En la cirugía general también he recibido complacencias, es un logro enorme cuando uno puede curar a una paciente”.
Adicionó que tiene dos hijas, pero ninguna de las dos siguió sus pasos, una hizo Estudios Liberales en la Universidad Metropolitana y la otra estudió Comunicación Social en la UCAB. “No les impuse que estudiaran medicina, porque creo que nadie tiene el derecho obligar que deben hacer o que deben pensar”.
Multifacético y apasionado
Por otro lado, recordó que en su época como adolescente perteneció al grupo de rescate Humbolt, durante aproximadamente 10 años, y posteriormente pasó a ser instructor del grupo de rescate, además fui profesor en Los Bomberos ubicado Distrito Federal de medicina de emergencia, por 4 cuatro años.
Francisco lleva consigo una peculiar combinación entre la medicina y los deportes extremos. “Me apasiona el alpinismo, cayac, submarinismo, bicicleta de montaña, los cuales práctico en la actualidad y en diciembre, si Dios quiere, voy a subir al Roraima”.
Quiso dejar un consejo para aquellos estudiantes de bachillerato que tengan en mente estudiar medicina, “que lo hagan por amor, por vocación, que no lo hagan por dinero porque esta carrera no enriquece a nadie, solo da infinitas satisfacciones ”.
A los estudiantes de medicina, les recomendó que traten de hacerlo con la mejor pasión que puedan tener, “de manera tal, que al ser profesionales puedan brindarle a sus pacientes una seguridad lo suficientemente amplia para que puedan llegar a curar”.
En cuanto a los tabúes que existen en el mundo de la cirugía plástica, adicionó que es una cirugía como cualquier otra, solo que ha sido como idolatrada. “Lo que diferencia es que brinda mejorar su aspecto físico, para optimizar su autoestima y no es magia”.
“Lo que sugiero es que tienen un arma muy poderosa que es el Internet, infórmense por ahí no con la vecina, la prima o la amiga, hay páginas de medicina con temas de la cirugía plástica donde van a ver lo que es una mamoplastia, liposucción y todas referente al tema. Ahí van a encontrar profesionales que pueden informar y van a tener unos resultados bien satisfactorios, sin llegar a meterse en manos de gente que no es la más apropiada”.