Los venezolanos lo veneran por sus virtudes como médico y por su vocación religiosa. Razones por las que, desde hace varios años se le atribuyen varios milagros y curaciones. Tanto es así que en 1949 el Vaticano inicia su investigación y en 1986 le asignan la jerarquía de “Venerable” -uno de los pasos en el proceso de beatificación según los parámetros de la Iglesia Católica-.
Hace 31 años, el papa polaco Juan Pablo II proclamó al Doctor José Gregorio Hernández como Venerable, título que lo coloca en el antepenúltimo escalón en el camino a su canonización por parte de la Iglesia.
A este insigne y ejemplar hombre, nacido el 26 de octubre de 1864 en el pueblo de Isnotú, municipio Rafael Rangel, estado Trujillo, le son atribuidos números milagros, por lo que es considerado por católicos venezolanos, y hasta fuera del país, como un santo, aun cuando su beatificación está en proceso.
José Gregorio, como familiarmente lo recuerdan los venezolanos, fue “un eminente científico, profesor universitario, además de un culto hombre de inquebrantable fe”, según las palabras del padre Francisco José Virtuoso, ex rector de la Universidad Católica Andrés Bello (Ucab).
Además de su entrega religiosa, José Gregorio es recordado por su bondad, rectitud y humanismo al atender el llamado de cualquier enfermo, así como por sus aportes científicos y conocimientos médicos y docentes.
Fuente: Diario La Nación