El Centro Nacional para Huracanes de EE.UU. (NHC, por sus siglas en inglés) ha anunciado que el huracán María se ha vuelto “extremadamente peligroso” y ha alcanzado la categoría 4. Con vientos máximos sostenidos de 215 kilómetros por hora, el huracán se desplaza por el Atlántico y puede afectar a Puerto Rico, donde ya se decretó una alerta.

Los meteorólogos también advierten que en los próximos días María se sentirá en las islas de Barlovento y en las islas Vírgenes (tanto británicas como estadounidenses) y puede fortalecerse aún más alcanzando la categoría 5.

Tanto en las islas de Barlovento y en las islas Vírgenes, como en Puerto Rico, se prevén “inundaciones repentinas con peligro para la vida y deslizamientos por fuertes lluvias”. Además, alertan sobre la posibilidad de la formación de una “tormenta amenazante para la vida acompañada por grandes y destructivas olas”.

El gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló, ha señalado que los efectos del paso de María por su país podrían ser “más devastadores” que los destrozos que causó el huracán Irma, que arrasó el estado de Florida (EE.UU.) tras causar daños considerables en una decena de islas caribeñas.