Unas 650 mil personas fueron evacuadas
Cuba se alista ante la llegada del poderoso huracán Melissa, uno de los mayores en el registro histórico, en uno de los peores momentos en décadas para la isla, que sufre una profunda crisis económica, energética y sanitaria.
El huracán, que viene de azotar Jamaica con categoría 5, la mayor en la escala Saffir-Simpson, está previsto que toque tierra en la madrugada del miércoles en la zona oriental, cerca de Santiago de Cuba, la segunda ciudad más poblada del país.
El fenómeno meteorológico arribará como un ciclón categoría 3 o 4, según los pronósticos, y desplazándose hacia el noreste, con vientos sostenidos de más de 200 kilómetros por hora, intensas lluvias que podrían dejar hasta 450 mililitros (litros por metro cuadrado) y marejadas ciclónicas con olas de hasta seis metros.
Los efectos se temen devastadores. Las autoridades cubanas han advertido del riesgo para la vida por los efectos de Melissa, con probabilidad de que se produzcan inundaciones súbitas, penetraciones del mar en zonas bajas costeras, derrumbes e, incluso, roturas de presas.
En las seis provincias que permanecen en alerta ciclónica (Granma, Santiago de Cuba, Guantánamo, Holguín, Las Tunas y Camagüey) se ha evacuado o asegurado a cerca de 650.000 personas (cerca del 7 % de la población total de la región), la mayoría en casas de familiares y amigos, aunque algunos también en refugios.








