A los más de 820 comerciantes informales que aún quedan en las calles de Los Teques también les golpea la situación económica del país, por lo que muchos han optado por rebajar precios, comprar menos mercancía y hasta cambiar de ramo.
Ayari Quintana, comerciante de uniformes escolares, sostiene que “casi no se consigue mercancía y donde hay, está carísima, casi no le gano a lo que expendo”. Mariana Rivera desde hace meses dejó de ofrecer camisas y optó por vender hortalizas, “es más factible pues la comida siempre se la llevan, con la ropa ya me estaba yendo mal”. Maira Quintana, vendedora de correas, añade que “nos cuesta para comprar material. Una correa que era muy barata, ahora está en Bs. 650. Además el margen de ganancia diario bajó demasiado”.
Por su parte, Mireya Ramírez, quien ofrece variedad de productos caseros y de quincallería, tiene 16 años en la labor y manifiesta que desde hace meses vende poco. Mientras que Héctor Pérez, comerciante de franelas, afirma que a pesar de la situación, los productos se expenden poco a poco./sa/Foto: Eduardo Aguilar