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Instan a menores víctimas de abuso a vencer el miedo

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Ronald Peñaranda

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Dan detalles de la ruta que condujo a la detención del judoca

Jenny Ahumada de Fraija, esposa del alcalde Farith Fraija, conversó con Avance sobre el origen de la denuncia que hicieron tres menores de edad contra el entrenador de judo Marcos José Falcón Tovar (42), que dio pie a su detención el pasado 1º de octubre en el Parque Urquía en El Barbecho en Los Teques.

Confirmó que las presuntas víctimas, una de 13 y dos de 16 años, la contactaron por su cuenta de Instagram. Las escuchó atentamente. “Yo promuevo la lucha contra la violencia basada en género, tenemos un Instituto Municipal de la Mujer y una Línea Violeta y a través de estas instancias trazamos una ruta legal, todo bajo la supervisión del Sistema de Protección de Niño, Niña y Adolescente”.

Manifestó que un caso como éste en el que las jovencitas ofrecen muchos detalles, “obviamente para nosotros no pasaría por debajo de la mesa. Actuamos de acuerdo a nuestras competencias”.

“Yo no soy una fiscal que acusa, ni una jueza que condena, soy una simple servidora pública y en función de eso actué. No entrevisté a las muchachas porque no tengo la cualidad ni la autoridad, ni la facultad para hacerlo.  A todas las personas que me contactan por violencia las remito a los organismos correspondientes”.

Comentarios desafortunados

Recalcó que sus redes sociales y ella misma están abiertas a todos. “Si esas niñas se atrevieron a denunciar hay que aplaudirlas y esperamos que situaciones como éstas se conviertan en una ventana para que otras rompan el silencio y logren vencer el miedo”.

Expresó su preocupación por los comentarios desafortunados y mal intencionados que colocaron varias personas en la publicación que hizo este medio de comunicación sobre este caso.

“Es triste leer cosas como quién sabe que hizo la chica para seducir al entrenador, quién sabe cómo se estaba vistiendo. Parece que es más importante la conducta que habría tenido la adolescente que el delito que podría haber cometido el otro. Esto no se puede normalizar”.

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