La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha puesto pie a tierra tras la emergencia por las intensas lluvias y posteriores inundaciones en cinco estados del país que han dejado, hasta ahora, 64 muertos y 65 desaparecidos al tiempo que ha dicho que “no había condiciones meteorológicas” que anticiparan el desastre que ha afectado al menos 100.000 viviendas, reseñó El Nacional.
“Evidentemente, cuando uno tiene una vivienda que está llena de lodo hay una desesperación muy grande, y no alcanzan las manos de la familia para poder limpiar y se requiere mucho apoyo del gobierno. Y eso es justamente lo que estamos reforzando”, añadió la presidenta.
Las fuertes precipitaciones que azotaron al país del 6 al 9 de octubre derivado de los huracanes Raymond y Priscilla en el Pacífico mexicano, en confluencia con varios sistemas en el Golfo de México, dejaron más de 1.800 milímetros (mm) de lluvia en los cinco estados mencionados.
Es decir, en solo cuatro días se registró una cantidad comparable a la mitad del promedio anual de lluvias en esas regiones, lo que provocó miles de damnificados y graves afectaciones en viviendas, negocios e infraestructura en 111 municipios de esos cinco estados.