El dispositivo para la normalización de la carga cardíaca o balón de contra pulsación caval, ideado por el cardiólogo margariteño José Herrera, fue seleccionado y premiado en Israel, entre los 10 finalistas de más de 700 concursantes de invenciones cardiovasculares, presentados que en el ICI 2015 (interventional cardiovascular innovations) con sede en Tel Aviv.
El llamado “balón médico Herrera”, calificado como una novedosa alternativa para el tratamiento de la insuficiencia cardíaca, obtuvo el 2do lugar o Runner Up, en el evento anual organizado por científicos de Israel, ante la industria medica mundial.
El baloncito o catéter colocado en la arteria caval, permite reducir el torrente sanguíneo en caso de hemorragias y da tiempo para que el paciente cardiaco sea sometido a tratamiento, con medicina convencional de emergencia, para lograr su progresiva recuperación, en los momentos de infartos.
Regocijado por el triunfo que acaba de lograr, el médico venezolano, popularmente conocido en Margarita, su tierra natal, como Cheo Herrera, dijo que su dispositivo actualmente en evaluación por médicos y organizaciones cardiovasculares de Israel y Estados Unidos, asegura permitirá una mejor calidad de vida para los pacientes del corazón, con menos readmisiones (hospitalizaciones) y menos tratamiento médico ( medicamentos).
Este logro internacional alcanzado en Tel Aviv es un nuevo aval para la aprobación del dispositivo por la FDA ( Federal Drug Administration ) y las pruebas de seguridad y eficacia, para ponerlo disponible en el mercado médico farmacéutico.
“Ha sido una experiencia extraordinaria lograr este premio internacional, para el cual se pusieron a prueba todos los recursos y estrategias de nuestro equipo para competir en tan importante evento ( ICI 2015) donde nuestra idea y dispositivo paso la prueba de eminentes jueces de talla mundial”, dijo.
Calificó el premio como un gran triunfo para Venezuela al posicionar este proyecto a nivel mundial. “Los médicos Venezolanos estamos demostrando que estamos a la altura de los compromisos y somos capaces de producir soluciones a problemas complejos”, expresó.
“Nos metimos en la cueva del lobo y salimos bien un regalo de la Virgen del Valle, y un gran esfuerzo del equipo. Fue un día muy tenso, no fue público. Los jueces iban llamando uno a uno y nos fueron evaluando como un examen final. Mi hijo, también experimentado cardiólogo, José Alejandro Herrera y yo estuvimos respondiendo preguntas claves, por aproximadamente veinte minutos, luego de una exposición inicial ante el jurado calificador”, dijo, Herrera, por vía telefónica para concluir, optimista sobre el futuro de su innovador invento.