Yorelys Gavidia, licenciada en Administración de Bancas y Finanzas, trabajó como cajera en Banesco, pero hace seis meses su economía familiar estaba en crisis por el bajo sueldo que percibía y debido a la situación, decidió renunciar a la entidad para emprender un pequeño negocio familiar por su cuenta en el sector El Rincón de Los Teques.

Con el dinero recibido por sus prestaciones sociales en la empresa, invirtió en la compra de un horno pequeño y una máquina amasadora, así como un saco de harina de trigo e ingredientes esenciales para la preparación del tradicional pan salado, y fue así como desde un pequeño local y con el apoyo de su cuñada comenzaron las primeras ventas.

“Me inicié vendiendo pan salado,  yo no sabía hacerlo pero la persona que me vendió la amasadora me facilitó la receta y así aprendí, con el pasar del tiempo fuimos invirtiendo en más cosas y  ya actualmente contratamos con un panadero y sacamos diariamente pan dulce, torta de pan, golfeados, pan para hamburguesas y pan de perros calientes”

Su inversión es de $32 diarios que es lo que vale un saco de harina de trigo y $80 semanales para comprar azúcar, sal, mantequilla,  leche,  huevos y esencias, para la preparación de los panes.

”Gano más de 50 dólares diarios y si me da, todo depende de la administración que haya en el negocio.  Mi situación económica mejoró muchísimo desde entonces, con lo que gano puedo invertir nuevamente en el negocio, pago a los empleados y me queda para mis gastos”, comentó

La sugerencia que brinda esta nueva emprendedora a las personas que desee invertir en un negocio propio, es que todo lo que se propongan lo pueden lograr, pero debe tener una previa planificación.

“Hay que tener en cuenta la perseverancia y luchar bastante hasta lograr el objetivo, como todo el principio es difícil y todavía con seis meses que tengo con mi emprendimiento, se me ha hecho complicado, pero seguimos adelante”, finalizó./HG/rp Foto: Jesús Tovar