El chofer Roberto Azuaje podría ser condenado a más de 20 años de cárcel por homicidio culposo. “Vi a mi madre agonizar entre los escombros”, relató la sobreviviente Maryuri Cortés, quien asegura que el conductor fue detenido en dos alcabalas por superar los límites de velocidad. La compañía de transporte no se ha pronunciado y los familiares claman por justicia
En los calabozos de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), con sede en Paracotos, permanece Roberto Pastor Azuaje Fernández, quien conducía la unidad de Expresos Lara que se estrelló contra un árbol, en el kilómetro 50 de la Autopista Regional del Centro (ARC), y causó la muerte de 17 personas. En ese sentido, se conoció que el fiscal 1º auxiliar del estado Miranda imputará al conductor, quien podría ser condenado a más de 20 años de cárcel si las declaraciones de los testigos demuestran que se trató de un homicidio culposo. Según fuentes extraoficiales, dos de los sobrevivientes coinciden en que media hora antes del siniestro, uno de los sargentos fallecidos se acercó hasta Azuaje Fernández para exigirle que disminuyera la velocidad.
Al parecer, el sujeto se tardó más de lo normal en una de las paradas, por lo que luego pretendía recobrar el tiempo perdido y llegar a primeras horas de la mañana a Caracas. No obstante, continúan las averiguaciones para descartar que el hombre se quedó dormido, pues el colector no lo acompañaba en la cabina sino que estaba descansando en los últimos puestos.
Familiares claman justicia
En una clínica privada de Los Teques, falleció Victoria Cortés (50), quien viajaba junto a una de sus seis hijos, identificada como Maryuri Cortés, para efectuar unas diligencias en el Ministerio Público. La muchacha, quien acudió hasta la morgue para reclamar el cadáver, relató que el conductor fue detenido en dos alcabalas por superar el límite de velocidad. “Fue algo muy impactante cuando sentimos el golpe. Veníamos dormidas y cuando pude bajar del autobús vi muchos heridos y muertos, incluso observe a mi madre agonizando entre los escombros”, añadió.
Por su parte, José Materan, padre de Carola Andrea y esposo de Nilda Coromoto, destacó que las mujeres se trasladaban hasta Caracas para retirar un pasaporte en las oficinas del Saime. “De la línea de transporte no sabemos nada. Seguro se están haciendo los locos, pero tienen que hacerse responsables de toda esta tragedia”, sentenció.
Extraoficialmente se conoció que las autoridades trasladarían al chofer hasta Barquisimeto para asistir al velorio de su esposa e hija, identificadas como María Gregoria Anza Sánchez y Osmary Del Carmen Azuaje Anza, pero la versión no fue corroborada. Por su parte, familiares de las víctimas claman por justicia, pues consideran que se trató de una imprudencia que amerita todo el peso de la ley.
Tal como reseñamos en nuestra edición de ayer, en el trágico accidente también murieron Benny Xavier Castillo Azuaje, funcionario del Sebin, quien viajaba junto a su vecino José Ramón Álvarez Castillo; Jefferson José Perozo y Deivis Erikson Montenegro Faneitte, sargentos del Ejército; Junior Emilio Vásquez Oviedo, efectivo de la Policía Nacional Bolivariana; Wilmer Enrique Benito Godoy y Argenis José Guedez Torrealba, sargentos retirados de la Guardia Nacional y coordinadores de seguridad en el Ministerio Público; José Alfredo Elorza Tovar, agente de Poliyaracuy; Carlos Crespo Rieira, Zuly Sujey Oviedo Briceño, Frankher Keith Estrada Cortez, Yurme Benítez y Carmen Beatriz González./Andreina Ibarra/Foto: Jairo Ramírez