La versatilidad, elocuencia, carisma y sentido de pertenencia que caracterizan a Jesús Enrique Cordovez Aldana, ícono de la radiodifusión en los Altos Mirandinos, ofrecen una clara muestra del porqué de su exitosa trayectoria en cada una de las facetas que conforman su día a día.
Más tequeño que el pasapalo y tan criollito como el sabor de nuestra tierra, este noble comunicador arriba a 20 años de transmisión de su famoso programa La Hora del Cafecito.
“Soy nacido en San Pedro de los Altos y criado en El Barbecho, amo a Los Teques porque es una maravillosa ciudad colmada de grandes bondades. Aquí estudié primaria entre la Unidad Educativa Jesús María Sifontes y la Anita Espinal, luego en el Muñoz Tébar y más adelante en el antiguo Cultca, donde me gradué en 1998 como TSU en Administración mención Mercadeo; allí por cierto trabajé como analista audiovisual por 20 años consecutivos”.
Algún tiempo después, estudió Comunicación Social en la Universidad Católica Cecilio Acosta (Unica). “En función del trabajo que desempeñé en el Colegio Universitario fui convirtiéndome en hombre de radio, estuve en emisoras caraqueñas como Radio Sensación y RQ910, por ello decidí sacar la carrera como comunicador en la mención de Desarrollo Social, empecé siendo operador de audio y por cosas del destino terminé proyectando mi voz frente a los micrófonos. El certificado para operador lo obtuve en el año 85 y para locutor en el 93, bajo el número 21.383”.
Una vez que “Kike” deja de trabajar en la capital de la República, inicia como operador en su terruño con Radio Metropolitana AM, de la mano de su padrino profesional Luis Alberto Alarcón, a quien extendió un enorme agradecimiento y recalcó el profundo respeto que le tiene por lo que significa para él y por supuesto para nuestra ciudad.
“Surgió el proyecto de Radio Sintonía 1420 AM, que funcionaba en San Antonio de los Altos, y al poco tiempo nació Máxima 98.5 FM en La Cascada, fui el primero operador que encendió la transmisión y el último locutor que tuvo la oportunidad de tener su voz al aire a través de ella, porque justo en mi programa de las 3:00 pm Conatel cerró la emisora; allí estuve laborando por 13 años y fue donde me estrené como locutor pues siempre había ejercido como operador de audio, aunque en el Cultca había dado mis primeros pininos en la grabación de documentales”.
Un sabrooooso gustico
Cargado de nostalgia y al mismo tiempo de orgullo, narró que en Máxima tuvo la oportunidad de producir y conducir dos programas que rápidamente calaron en el gusto y preferencia de los oyentes: La Gran Parada de las Canciones y La Hora del Cafecito.
“El cierre de lo que fue mi segunda casa me afectó muchísimo, tanto que me alejé del espectro radial por espacio de dos años. En ese tiempo me dediqué a mi parcela en Paracotos en mi rol de agricultor y ganadero; hasta que finalmente, movido por los oyentes y anunciantes, decidí regresar, esta vez de la mano de Soberana 92.5 FM, con ellos permanecí también hasta su cierre y de forma inmediata comencé en mi actual casa, La Cima 96.7 FM, donde tengo cinco años”.
Al consultarle acerca de su más exitoso proyecto, La Hora del Cafecito, que arriba a 20 años de existencia, manifestó su beneplácito ante el apoyo y cariño que siempre ha recibido para con ese espacio.
“Esa idea surgió de la necesidad de defender y difundir las riquezas de nuestra música venezolana, que no solo se sustenta en el arpa, cuatro y maracas, sino también en la gaita zuliana, el polo margariteño, tambor de las costas, entre otros; géneros que conjugo en el programa con datos de interés cultural e histórico para el disfrute de los oyentes. El nombre nace porque como siempre se ha transmitido a las 6:00 am, pues es la hora propicia para combinar ese deleite con un buen café”.
Expresó que para celebrar estas dos décadas, se estará realizando el sábado 5 de agosto un Encuentro Criollo, donde los toros coleados y la buena música se fusionarán en la manga de Paracotos. “Desde las 10:00 am contaremos con la participación de artistas de la talla de Jorge Guerrero, Vitico Castillo, Carlos Sequera, Miguelito Díaz y muchos más”.
Cajita de sorpresas
Vale destacar que este insigne caballero también ha desarrollado una interesante carrera como músico; estudió teoría y solfeo en la escuela del maestro Juan Bautista Carreño y también hizo parte de la Coral Filarmónica de Miranda bajo la batuta de Gregory Carreño.
“Mi papá, Epifanio Cordovez, me inculcó desde muy niño el amor por la música, fue director de Cultura del estado por muchos años, estuve ligado desde la infancia a estudiantinas y luego a la coral”.
En todo ese quehacer, llegó a figurar entre los fundadores de la Rondalla Tequeña junto a Armando Bolaños, Rubén Díaz y otros grandes del género en nuestra ciudad, para serenatear y parrandear con base en la gran admiración que sentían en función de la majestuosa Rondalla Venezolana, la cual muchos de ellos, inclusive Kike, integran hoy día.
“Sin embargo, me llegó una encrucijada en la que tuve que decidir entre la radio y la música, tuve que poner en pausa las cuerdas de mi guitarra y el canto. Hice todo lo que te he comentado en radio, pero retorné a esa pasión porque la música me llena enormemente”.
No obstante, partiendo de la extensa y bien sustentada labor que ha cosechado, Cordovez se desempeña actualmente como profesor universitario en el IUTA, donde imparte cátedras como Producción Audiovisual, Investigación de Mercado y Redacción Publicitaria.
“Esa vena docente también la heredé de mi papá, desde hace un año han despertado en mí esas ganas de transmitir conocimientos partiendo de la experiencia que tengo, es una maravillosa práctica que disfruto mucho”.
Así como viene forjando nuevas generaciones, también ha hecho lo propio con sus cinco hijos. Uno de ellos, Jesús Esteban, siguió sus pasos casi al pie de la letra y hoy se desempeña como un talentoso operador de audio en radio, tal como lo hiciera “Kike” en sus inicios, que lo han traído hasta el punto en el que se encuentra gracias a la perseverancia, humildad y pasión que imprime a todo lo que emprende./ac