El camarero criollo fue galardonado como el Jugador Revelación de la Grandes Ligas
José Altuve puede seguir añadiendo premios a la vitrina que construyó luego de la exitosa temporada 2014 de las Grandes Ligas que vivió con los Astros de Houston. El segunda base venezolano recibió este fin de semana la distinción como el Jugador Revelación de las Grandes Ligas, en los galardones The Greatness in Baseball Yearly Awards (GIBBY). El camarero de los Astros de Houston, que finalizó como líder bate de la Liga Americana (.341) y estableció un récord de hits para la franquicia (225), superó a una serie de estelares peloteros para alzarse con la distinción.
Michael Brantley, Corey Dickerson, Lucas Duda, Dee Gordon, Josh Harrison, J.D. Martínez, Devin Mesoraco, Anthony Rendon y Anthony Rizzo estuvieron en la escogencia que realizaron periodistas, gerentes generales, ex jugadores, técnicos de los equipos de las mayores y miembros de la American Baseball Research (SABR). Altuve, reserva de los Navegantes del Magallanes en la Liga Venezolana de Beisbol Profesional y ausencia definitiva para esta temporada, se unió a Carlos González (2010), como el otro venezolano que ha sido ganador de esta distinción en años anteriores.
Entre los logros de este extraordinario 2014, el aragüeño ha ganado el Bate de Plata, el premio Luis Aparicio, el premio Heart Hustle y estuvo nominado al premio Hank Aaron al mejor toletero. Además, este año el maracayero fue finalista para el premio de Mejor Jugador de la Liga Americana en el Players Choice Award y fue convocado a su segundo Juego de Estrellas en cuatro campañas.
Otros peloteros criollo fueron considerados a otras distinciones. Víctor Martínez (Tigres de Detroit) como el mejor bateador designado; Félix Hernández (Marineros de Seattle) como el mejor lanzador y Francisco Rodríguez (Cerveceros de Milwaukee) entre los relevistas. También estuvieron Pablo Sandoval (Gigantes de San Francisco) como el MVP de la postemporada y entre los mejores momentos de los playoffs y Ezequiel Carrera (Tigres) a uno de los mejores momentos, por su atrapada contra los Yanquis de Nueva York en agosto.
