El ejército de Ucrania abandonó el lunes el estratégico aeropuerto de Lugansk tras combates con los separatistas prorrusos, en momentos en que Kiev advertía de una “gran guerra” con Rusia que podría causar decenas de miles de víctimas.
Representantes de Ucrania, de Rusia, los separatistas del este ucraniano y la OSCE se reunieron en Minsk, la capital de Bielorrusia, un día después de que el presidente ruso, Vladimir Putin, esbozara por primera vez la idea de darle un estatuto de “categoría de Estado” a las regiones separatistas prorrusas del oriente ucraniano. En un nuevo revés militar para Kiev, los militares ucranianos, sometidos a disparos de artillería, se retiraron del aeropuerto de Lugansk, declaró el portavoz militar ucraniano Andrei Lysenko.
Lysenko también declaró que un barco de guardacostas ucranianos que había recibido disparos el domingo se había hundido, dejando dos marinos heridos y dos desaparecidos. El ministro ucraniano de Defensa, Valery Geletey, había indicado por su lado, el domingo por la noche, que tropas rusas están apareciendo en otras ciudades de la región, incluida la mayor de ellas, Donetsk.