La capital ucraniana y los municipios de la región de Kiev que estuvieron ocupados por los rusos tratan de recuperarse de la invasión: han vuelto la luz y el agua, el tren entre Bucha y Kiev empezó a prestar servicio y también hay ya autobuses desde el bombardeado Gostomel.
En la ciudad de Kiev, según su alcalde, viven ya 2,5 millones de personas, y una vez pasado el 9 de mayo y sus días previos en los que las calles estaban desiertas ya se ven coches, incluso atascos y gente que toma algo en los bares cuando suenan las sirenas antiaéreas. Eso sí, sin alcohol desde las 16.00 horas y con toque de queda a las 22.00.
Nikolai tiene 65 años y ha vuelto a trabajar. Sus compañeros le llaman “Didus”, “el Abuelo”. Es el conductor del autobús que une el municipio de Gostomel con Kiev y está feliz. “Ya no sabía qué más hacer en casa”, dice este hombre.