Un estudio reciente halla que uno de los componentes de la aspirina se une a una enzima llamada GAPDH, que desempeña un papel importante en las enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer, el Parkinson y la enfermedad de Huntington, y evita la muerte de las células.
La aspirina, uno de los fármacos más populares para combatir el dolor de cabeza y proteger la salud cardíaca, podría también tener un papel clave en la lucha contra el cáncer, según un estudio del Centro Médico de la Universidad de Leiden, en Holanda, de enero de 2015.
Ahora, un equipo de investigadores del Instituto Boyce Thompson junto a otros de la Universidad Johns Hopkins descubrieron que el ácido salicílico, el producto de la descomposición primaria de la aspirina, se une a la enzima GAPDH y evita que se mueva en el núcleo de la célula, donde se produce luego la muerte celular. El estudio, que aparece en la revista PLoS ONE, sugiere también que otros derivados del ácido salicílico pueden ser prometedores para el tratamiento de varias enfermedades neurodegenerativas.
El autor principal del estudio, Daniel Klessig, profesor del Instituto Boyce Thompson y la Universidad de Cornell, ha estudiado el efecto del ácido salicílico durante muchos años, pero principalmente en las plantas.
El ácido salicílico es la hormona crítica para la regulación del sistema inmune de las plantas, y estudios previos han identificado varios puntos que se ven afectados por este compuesto, y muchos de éstos tienen equivalentes en las personas.
La aspirina, uno de los fármacos más populares para combatir el dolor de cabeza y proteger la salud cardíaca, podría también tener un papel clave en la lucha contra el cáncer, según un estudio del Centro Médico de la Universidad de Leiden, en Holanda, de enero de 2015.
Ahora, un equipo de investigadores del Instituto Boyce Thompson junto a otros de la Universidad Johns Hopkins descubrieron que el ácido salicílico, el producto de la descomposición primaria de la aspirina, se une a la enzima GAPDH y evita que se mueva en el núcleo de la célula, donde se produce luego la muerte celular. El estudio, que aparece en la revista PLoS ONE, sugiere también que otros derivados del ácido salicílico pueden ser prometedores para el tratamiento de varias enfermedades neurodegenerativas.
El autor principal del estudio, Daniel Klessig, profesor del Instituto Boyce Thompson y la Universidad de Cornell, ha estudiado el efecto del ácido salicílico durante muchos años, pero principalmente en las plantas.
El ácido salicílico es la hormona crítica para la regulación del sistema inmune de las plantas, y estudios previos han identificado varios puntos que se ven afectados por este compuesto, y muchos de éstos tienen equivalentes en las personas.
Clave en la lucha contra el Alzheimer
La GAPDH (gliceraldehído 3-fosfato deshidrogenasa), es la enzima central en el metabolismo de la glucosa, pero desempeña funciones adicionales en la célula. En situaciones de estrés oxidativo -un exceso de radicales libres y otros compuestos- la GAPDH se modifica y luego entra en el núcleo de las neuronas, donde modifica ciertas proteínas y esto deriva en la muerte celular.
El hallazgo clave es que el ácido salicílico es efectivo para detener el movimiento de la GAPDH en el núcleo de la célula y se evita así la muerte celular. Los científicos creen que estas observaciones son clave para la composición futura de los fármacos que tratan las enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer , el Mal de Parkinson y la enfermedad de Huntington.
Además, los científicos encontraron que un derivado natural del ácido salicílico de la hierba regaliz china y un compuesto derivado de laboratorio sintetizado, son aún más eficaces que el propio ácido salicílico en el bloqueo de movimiento de la GAPDH en el núcleo de la célula.
Respecto de estos importantes descubrimientos científicos, Klessig, el autor principal dijo que “proporcionan una gran promesa para el desarrollo de nuevos y mejores tratamientos a base de ácido salicílico para una amplia variedad de enfermedades neurodegenerativas prevalentes y devastadoras”.
Fuente: http://holadoctor.com/