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La búsqueda por la justicia apasionó a Gregory López

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Periodistas de Avance

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Formó su propia agencia de investigación y vigilancia

Ciudadanos ejemplares como Gregory López son los que dan esperanza al Estado Miranda de que puede dirigirse hacia un futuro justo en el que todos puedan vivir con un alto sentido de la moral y el sentido de lucha por la vida, a pesar de las piedras presentadas.

Pues con una trayectoria remarcable, nuestra persona valiosa rige su propia agencia especial de investigación y vigilancia en San Antonio de los Altos para asegurar el bienestar de todos sus habitantes. Pero para llegar tan lejos, Gregory atravesó por varios escalafones complicados de escalar, pero que jamás significaron una barrera para seguir sobreviviendo en la vida.

Ha sido inversionista, mecánico, artista amateur, cantante, latonero, gran amigo y consejero de sus seres más cercanos. Su padre era artesano de vidrio y su madre ama de casa, quienes a pesar de algunos desacuerdos, siguen manifestando cariño y apoyo a las decisiones que toma.

Trabajó a temprana edad para criar su primer hijo

Gregory estudió en los Castores y su intención era desarrollar sus habilidades en la carrera de publicidad y mercadeo, la cual estudió durante seis semestres seguidos, hasta que se vio obligado a abandonarla porque se convertiría en padre a una edad prematura.

El sentido de la responsabilidad le abrazó ante esta situación, por lo que se comprometió a conseguir empleo para que su bebé creciera bajo las condiciones apropiadas, así que con el tiempo, se relacionaría a todo el ambiente policial y las instituciones policiales.

Según explicó, esta iniciativa de él por entrar ahí vendría de un interés acreciente por la justicia que podría manifestar a la comunidad. Por lo que estuvo muy de cerca de los funcionarios para aprender de toda clase de procesos y operaciones que efectuarían. Indicó que siempre se ha considerado autodidacta, investigando en libros y observando, y esto le llevaría con el tiempo a seguir indagando sobre este complejo mundo yendo a talleres especiales y enriqueciendo sus conocimientos.

Un tiempo después, abandonaría esa afición por asuntos policiales, y se dedicaría a cargos gerenciales en varias casas de juego durante una década. Comentando que la experiencia le orientaría mucho en cuanto al manejo de la parte administrativa de cualquier empresa. También comprendería más las actitudes de las personas que creen que pueden encontrar un escape de sus problemas en juegos de azar, y que pasado un trayecto, se terminan convirtiendo en ludópatas.

Su esposa fue una fuente de fortaleza

Sin embargo, días turbios azotarían la vida de Gregory cuando su esposa, Amatista, falleció a raíz de una mala praxis médica. En ese momento, comentó que sus ánimos se desplomaron por completo al punto de creer que ya no podía continuar.

A pesar de todo esto, se repuso por completo gracias a las palabras de aliento de uno de los jefes con los que trabajó. Gregory conserva una piedra de amatista en honor a su esposa, y a la que mira buscando la inspiración, guía y fortaleza que ella en su momento le brindó incondicionalmente. De la misma manera, agradeció el gran apoyo en los tiempos más duros y de recaídas demostrado por su esposa actual, Anabella.

Esto le haría reflexionar y salirse del sector administrativo para comenzar su propia agencia de vigilancia e investigación, a fin de continuar con su vida. Apuntó que su inspiración para empezar con dicha propuesta venía de querer cambiar la percepción de las personas sobre los funcionarios de la policía, a quienes les han perdido confianza, ya sea por corrupción o ineficiencia. Así pondría en práctica los conocimientos que adquirió durante años con los agentes de la ley.

Desea dar el mejor ejemplo policiaco

Gregory mencionó que para evitar caer en el camino antes descrito, cuenta en la actualidad con un equipo de funcionarios a los que considera competentes y responsables, quienes reciben la mejor formación posible por medio de charlas que él mismo les imparte para que así obren de la mejor manera al momento de entrar en acción.

Además, mencionó que sufre de Cefalea de Horton, cuya condición le ocasionaba intensos dolores de cabeza hasta generarle pensamientos suicidas. Volviéndose dependiente de pastillas para aliviar las jaquecas, hasta que un diciembre decidió que su vida debía cambiar de rumbo. Por lo que comenzó a ir al gimnasio para quemar todas las toxinas de su cuerpo saludablemente, y como consecuencia, él siente que tanto los dolores como la necesidad por las soluciones médicas, habían disminuido a un 90% a fecha de hoy.

Hoy en día, tiene cuatro hijos que se han desarrollado en diferentes carreras, incluyendo medicina, administración, mercadeo y una hija terminando el último semestre de leyes. Con quienes ha demostrado una estrecha, respetuosa y afectuosa relación.

El personaje valioso tiene gran fe de que Venezuela volverá a ser tan grande como lo fue en el pasado, y consideró que para lograrlo, había que recuperar los valores y principios. Así como asumir los errores cometidos y buscar un recurso para los mismos, en lugar de escudarse en buscar un culpable. Para lograr esto, Gregory hizo énfasis en formar una nueva generación con la mejor educación disponible y que esté preparada, no solo profesionalmente, sino a nivel ético para que la sociedad siga prosperando.

 

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