Por Lustay Franco
Quiero dedicar esta reflexión a mis padres, cuyos valores sembrados en mi han cumplido su objetivo con devoción “Amar a Dios por encima de todas las cosas”.
Todo aquel que fundamenta su Fé en raíces Abrahamicas, entiende la relevancia de la cuaresma, 40 dias en el desierto de Judea paso Jesus el hijo de Dios :
*Jesús fue conducido del Espíritu de Dios al desierto, para que fuese tentado allí por el diablo. Y después de haber ayunado cuarenta días con cuarenta noches, tuvo hambre.
Entonces, acercándose el tentador, le dijo: Si eres el Hijo de Dios, di que esas piedras se conviertan en panes para comer. Más Jesús le respondió: Escrito está: No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios…(Mt 4, 1-11)*
Es un tiempo de profunda reflexion , de penitencia, arrepentimiento, es un tiempo de perdón, de reconciliación fraterna, es un tiempo intimo para reinvindicar nuestra Fé.
A partir de estas líneas, tomo entonces el atrevimiento para hacer una simulacion de esta referencia bíblica como lo es la cuaresma con Venezuela en este momento.
Y nos llego entonces el miercoles de ceniza con un sin sabor y el Jueves 07 de Marzo el primer apagón, un acontecimiento sin precedente alguno. ¡Hospitales terminaron de colapsar!, pacientes renales, personas que dependían de respiración artificial, partos, operaciones, el comercio paralizado, la minúscula producción nacional en vísperas de sucumbir. A la Venezuela a la que se le apago la electricidad, es una donde el sueldo de los profesionales no supera los 6$ y los comerciantes ven las divisas en efectivo como la única forma de pago, sin contar que la inflación ya aprieta los 6 ceros. La falta de agua hace daño, pero, ¿Qué hacer para saciar la sed de justicia? La sed de armonía; ya vamos por el 04 de abril y las noches no son tan oscuras como al principio, incluso ya identifico donde van las cosas en el hogar, entonces llega el dilema a mi alma ¿hasta donde se sobrelleva y cuando llega la costumbre? parecieran enfilarse en la misma linea y no es asi.
Saber resistir no es acostumbrarse, acostumbrarse es justificar lo que pasa, sobrellevar es tener conciencia de lo que sucede, identificar como el mal se transfigura en las necesidades . El desierto de judea tendría mas certidumbre.
Ahora bien, me pregunto ¿Serían tan oscuras esas noches como las nuestras? una de las prácticas que se asume en estos tiempos es el ayuno, que los venezolanos tenemos obligado por razones evidentes.
He escuchado tantas veces ¿Que mas hay que hacer para salir de esta situación?; me viene a la mente si Jesús hubiese llevado a discusion su crucifixión en aquella ultima cena ¿se imaginan ese bochinche? No entenderían que la crucifixión era el camino para lograr la salvacion de la humanidad, claro está, ésta cuaresma y este desierto parece ser mas complejo, imaginar a jesus con redes sociales, fácilmente seria expuesto al escarnio publico, seria el corrupto, el traidor, Barrabás tendría más seguidores, likes y retweets por doquier, apenas hablara de paz entre los hombres les hubiesen caido a palo, y aquel Jesus sin retweets que fue recibido con palmas tuvo la valentía necesaria para asumir todo el peso de la verdad.
La fatalidad no la justificamos, caminamos por encima de las tentaciones y los demonios, la paz no es un consenso, la paz de los pueblos se traduce en la práctica de la política y dar el paso al frente para subsanar la tragedia sangrienta de las guerras.
Una cuaresma larga, el dolor de quien ha sido empobrecido, el espejismo del inmediatismo, que pareciera
Internalizar en estos momentos difíciles que hay que blindar moralmente a nuestras generaciones venideras ¿que pasó en nuestro pais? Un país sumergido en los dolores individuales no nos permite comprender quienes somos en esta cuaresma; no somos el desierto, ni la brisa, ni la iguana que por ahí pasaba, somos nosotros padeciendo como aquel hombre, la solidaridad, la caridad al mas necesitado es una de la practicas cuarismales, el primer acto debe ser con nuestro vecino, no importa color, no importa si no sale de él agradecer, tu hazlo con desprendimiento, afrontar el sacrificio sin amargura es quizás el acto mas complejo, la injusticia trastoca nuestro ser, pero la hazaña está en que tengamos control pleno de nuestras emociones.
Que este desierto entonces nos permita ver el firmamento a plenitud, valorar y reconocer nuestras perfectas imperfecciones, el juego se sigue trancando por el empeño del desconocimiento de quienes hoy temen dejar el poder, retomar la paz y resucitar la política.
Lustay Franco /Dirigente Estudiantil de la Universidad Central de Venezuela
@francolustay
