En el marco del Día Nacional del Periodista celebrado este 27 de junio, la reconocida ancla de Televen, Crusmila Ramos, con 19 años al frente del noticiero y más de 30 años de trayectoria profesional, reflexionó sobre la vigencia del periodismo tradicional en un mundo transformado por las nuevas tecnologías.
En una entrevista que concedió a Avance, Ramos destacó la importancia de preservar la esencia humana del periodismo y mostró su entusiasmo por los jóvenes que aún eligen esta carrera en las universidades del país, movidos por el deseo de buscar la verdad y servir a la gente.
“Creo en la esencia, en no dejar de lado el factor humano”, afirmó la comunicadores social, refiriéndose a la revolución tecnológica y la reingeniería en los medios: “el periodista sigue siendo una figura respetada y querida, aunque en estos tiempos, quizás no tanto como quisiera”.
Para ella, la conexión del periodista venezolano con la comunidad permanece intacta y se refleja en el compromiso de los profesionales en la comunicación de apoyar, ayudar y ser un espejo de las realidades que les afecta.
“Esa empatía, esa conexión con la comunidad, está ahí, porque nunca dejamos de reflejar sus historias”, agregó.
Periodismo tradicional prevalece
Ramos, quien comenzó su carrera cuando cursaba segundo año en la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) y asumió roles como reportera y narradora de noticias en Televen, opinó que a pesar de que disciplinas como el periodismo impreso han perdido terreno en las aulas frente al auge de las redes sociales, “mientras, aunque sea uno quiera guiarse por el periodismo de los viejos tiempos, hay esperanza”.
La periodista, recuerda que eligió la mención de periodismo impreso porque “un periodista que sabe escribir puede desempeñarse en cualquier rama del periodismo”.
“Yo, si naciera de nuevo, sería periodista. Es una carrera de mucho sacrificio personal y familiar, pero esa condición de ser servidor público, de buscar la verdad y alcanzar la justicia, es una semilla que llevamos dentro”. Para ella, el buen periodista no solo debe dominar las nuevas tecnologías, sino cultivar el intelecto y la escritura, inspirándose en los grandes referentes de la profesión.