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La masacre que sentenció la muerte del retén de Los Teques

La balacera comenzo jpg

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Ronald Peñaranda

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Hace 14 años murieron cinco presos y una visitante dentro de la cárcel

El 27 de junio de 2010, en el interior del Internado Judicial de Los Teques ocurrió una balacera que dejó como saldo seis muertos, cinco presos, una visitante y 16 heridos según cifras oficiales.

Era domingo, día de visita, a eso de las 9:15 am, el intercambio de disparos que se originó en la plantabanda se presentó entre los internos de los pabellones 1, 2, 3 y la celda especial.

Los gritos y la algarabía que se formó impidieron conocer el motivo de la reyerta. Sin embargo, horas más tarde Avance que estuvo en el cubrimiento de la información recogió testimonios de personas que estuvieron allí durante el tiroteo.

“Yo entré al baño y justamente en ese momento se comenzó a escuchar la plomamentazón que duró como una hora, aunque a mí se me hizo toda una eternidad. Sólo alcancé a escuchar que uno del grupo de evangélicos le dijo a uno de los reos del pabellón dos que alguien lo buscaba y cuando el chamo bajó lo mataron”, relató la mujer de un detenido.

Agregó que en ese momento comenzó la venganza “y no les importó la presencia de los familiares”. Sin embargo, otro ciudadano puntualizó que la riña se generó porque la pareja de un preso fue al penal vestida con una ropa “provocativa”, lo que causó comentarios soeces por parte de los otros internos que no le cayeron en gracia al marido.

“El tipo quiso imponer respeto a punta de plomo limpio y luego los compañeros se fueron sumando. Todo fue una locura”, manifestó otro testigo. También surgió otra versión, que la noche anterior dentro de la cárcel hubo una fiesta con la participación de un grupo de prostitutas que fueron contratadas para la ocasión.

Las víctimas fatales fueron: Alexis Guevara Dávila (26), John Alfredo García (24), Richard José Marcano (32) Airan Henriquez Calzadilla (20), cuatro reclusos, el quinto no fue identificado. Franger Yanet Barrios Vera (22), ésta era la visitante.

Entre los heridos estaban Daniela Díaz (18) Yulimar Rodríguez (23), visitantes; junto con los internos Iván Guillén Cartay (26) Johnny López (31), Junes Aarón Quero Leal (27), José Rodríguez y José Antonio Carmona Martínez (24).

Cuando la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) retomó el control del recinto efectuaron una intensa requisa. Hallaron armas de fuego, armas blancas, granadas, chuzos, drogas, entre otras cosas.

De todo esto ya han pasado 14 años y hasta la fecha no se sabe a ciencia cierta cuál fue el detonante de esta masacre, que quedó como uno de los capítulos más oscuros del otrora retén de Los Teques.

Lo que sí sabe es que este hecho se convirtió en la sentencia de muerte del Internado Judicial que cuatro años después le bajaron la Santamaría por orden del Gobierno nacional.

Los años más violentos

Cuatro años antes de la matazón, en diciembre de 2016, los reos protagonizaron una huelga de hambre por la muerte de un procesado de nombre Wilmer Nieves. De este homicidio responsabilizaron a un custodio. Las razones y demás circunstancias nunca se supieron.

“El cayó preso el 11 de agosto de 2004, se lo trajeron para acá sin tener pruebas de nada. Los policías que lo trajeron hasta acá me le dieron tremenda paliza. No solamente fue él también a otros cinco causas”, declaró en aquel momento la mamá del preso fallecido.

Los años siguientes de la masacre, el retén estuvo marcado por la violencia y los desórdenes. El 2013 fue uno de los más conflictivos pues los motines, tiroteos y protestas estuvieron a la orden del día.

La paz y la tranquilidad volvió al barrio que por mucho tiempo rodeó al recinto penitenciario. “Cuando la cárcel estaba allí eso era horrible por las detonaciones. Ya desde hace una década que no se escuchan tiros, por lo menos que salgan de ese sitio”, aseveró una vecina.

A una década del cierre

El 14 de enero de 2014 la entonces ministra de Servicios Penitenciarios Iris Varela se trasladó hasta la capital mirandina, con una única misión: desalojar el retén.

“Cuando fui designada por el presidente Chávez para esta tarea, después de hacer un diagnóstico, sentenciamos prácticamente tres penales y eso es lo que hemos venido haciendo. La Planta (Caracas) no tenía razón para estar allí, no era factible ni aconsejable por la seguridad del pueblo caraqueño, así como tampoco el Internado Judicial de Coro y el de Los Teques”, declaró la funcionaria en la puerta del penal, donde estuvo acompañada del alcalde de Guaicaipuro de la época Francisco Garcés.

Los 574 privados de libertad que se encontraban aquí fueron llevados a Yare I y III, Tocorón, PGV, Mínima de Carabobo, El Rodeo II y III. En ese momento la ministra anunció que la estructura sería convertida en una cárcel de mujeres. “No puedo renunciar a la infraestructura penitenciaria. Además, todos sabemos que las mujeres son tranquilas, que no están conformando organizaciones criminales”.

Tres años después del cierre o sea en 2018, concretamente el 13 de diciembre en ese mismo espacio abrió sus puertas el Centro de Formación para Procesadas Femeninas “La Crisálida”, con capacidad para 600 internas.

En una primera etapa llegaron 85 privadas de libertad provenientes del Instituto Nacional de Orientación Femenina (INOF) en condición de procesadas. Varela detalló en el acto de apertura de que las instalaciones contarían con una granja avícola y áreas para la siembra.

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