Arturo Serrano lleva cuatro décadas trabajando como sepulturero
Mientras otros niños del 23 de Enero de Los Teques se distraían en sus casas, Arturo Serrano jugaba al escondite entre las tumbas. Comenzó a trabajar en el Cementerio Municipal para poder comprar golosinas, pero el tiempo y las circunstancias hicieron que comenzará a laborar formalmente en este lugar. Hoy tiene 40 años trabajando como sepulturero y constructor de bóvedas, aprendió a realizar esto gracias a otros compañeros que le enseñaron el oficio cuando era muy joven. Para serrano es normal lo que para otros puede ser extraño y escalofriante.
-¿Cómo es la sensación de enterrar a alguien?
-Es una simple costumbre, yo nací y fui criado por aquí. Uno se adapta al trabajo. Desde que tenía 8 años yo me venía a cargar agua para acá en diciembre, también el día de la madre, padre y muertos. Le hacía los mandados a los viejitos que trabajaban aquí, ellos me daban realitos y yo me iba a comprar chucherías.
-¿Le ha tocado hacer la fosa de algún conocido?
-Claro, pero no me gusta. Yo prefiero mandar a trabajar a otros, incluso, para enterrar no me gusta. Hay gente de mi familia que se ha muerto y ese trabajo lo han hecho otros compañeros; como cuando se murió mi mamá y un sobrino.
-¿Existe una especia de código entre los trabajadores?
-Sí, entre nosotros mismos enterramos nuestros familiares. La idea es que si se muere un familiar directo de uno, esa labor la haga un compañero. Nosotros nunca dejamos trabajar al compañero que debe sepultar al familiar. Es eso es algo muy duro.
-¿Le ha tocado trabajar para algún amigo?
No se lo aconsejo a nadie. A mí se me murió un amigo, nos la pasábamos para arriba y para bajo, fue muy duro. Nos conocíamos desde pequeños, cuando fallece alguien muy cercano, es como si se enterrara una parte uno.
Parte de la rutina
-¿Le deprime hacer este tipo de empleo?
-No, ya es costumbre. Cuando es un trabajo para un niño no me gusta mucho, lo puedo hacer, pero para el momento de poner la urna no voy. Uno ya tiene sus nietos. Imagino que son mis nietos.
-¿Busca a sus clientes?
-A mí me buscan conocidos. Yo tengo muchos años aquí, entonces la gente me recomienda. Otra cosa es que no estoy pendiente de la gente que sepulto, sino de los familiares que mandan a hacer el trabajo.
-¿Ha visto algo raro alguna vez?
-Yo no creo en eso. A mí la gente me pregunta, pero de verdad no he visto nada. Creo que por mi experiencia estoy habituado a este ambiente y no siento miedo. Muerto no sale.
-¿Cuánto sale mandar a hacer una tumba?
-Con Inhumación y todo vale Bs. 8.000. Siempre hago la bóveda y luego pacto con la gente cuánto se necesita de cerámica.
“A las 3:30 pm voy agarrando mis macundales y me voy”
-¿Ha estado aquí de noche?
-Cuando era muchacho yo me la pasaba aquí, ahora me da miedo. No me vaya a dar un tiro algún policía. Según la gente de por aquí, entran personas después de las 4:00 pm, brincan la pared. Dicen que después de esa hora hay gente que viene a hacer ritos.
-¿Por qué decidió trabajar aquí?
-Bueno, porque aprendí a hacer el trabajo. Me gusta laborar de esto, y con estos 62 años, es difícil conseguir otro empleo. En una compañía no me aceptan y un sueldo mínimo no alcanza.
-¿La muerte es su negocio?
Se puede decir que sí, aunque para las funerarias también. Claro, tampoco es que yo me siento aquí a desear que alguien se muera. Yo siempre tengo ocupación.
-¿Cómo hacen para ubicar a los muertos?
-Aquí están los que tienen terreno propio, hoy en día no hay espacio. Hace 15 años atrás se podía conseguir un lugar para el que lo necesitara. Ahora esto está colapsado. Supuestamente, la Alcaldía tiene previsto un cementerio nuevo.
-¿Cuánto tiempo hay que caminar para llegar al final del cementerio?
-Alguien como yo, que se conoce esto bien, diez minutos. Pero otro, que no conoces este sitio puede tardar hasta media hora, porque no sabes exactamente por dónde vas a brincar. Yo me he perdido.
-¿Cómo le gustaría que fuera su sepultura?
-Quiero que me incineren, muchacho no visita cementerio, de lo único que están pendientes es de la novia y la rumba. Yo te lo digo por experiencia, eso es lo que he visto aquí. Hay personas que dejan a su familiar aquí y luego andan preguntando en dónde lo enterraron. /Skarlet Nieto/fp