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La música fluye por los poros de Moisés Mencías

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“Para aprender mucho más, primero hay que enseñar”, con esta filosófica cita aseguró identificarse plenamente Moisés Mencías, un carismático, talentoso y emprendedor joven tequeño, de 24 años, que no solo ha forjado una interesante carrera como músico sino que también se ha convertido en un destacado profesor en la materia, promoviendo este interesante arte cultural a los jóvenes de nuestra ciudad.

“La vena musical la traemos, mis hermanos y yo, de mi abuelo paterno, aunque no tuve oportunidad de conocerlo, sé que era un excelente guitarrista; mi inspiración principal fue mi hermano mayor, Silvio. Crecí viendo y oyendo la pasión con la que él ejecutaba, de una forma muy particular, su guitarra, así que poco a poco, desde que tengo seis años, me fui involucrando en todo este movimiento que me ha brindado grandes satisfacciones, entre ellas la de enseñar”.

La vida de este prodigio musical ha transcurrido entre la carretera vieja y El Vigía, es el menor de tres hermanos varones. “El mayor y yo nos dedicamos de lleno a la música, mientras que el del medio lo ha tomado como un hobbie. Con un cuatro que había en casa yo buscaba imitar lo que Silvio hacía, al percatarse de que yo tenía oído musical me fue adentrando con nociones básicas; cuando cumplí nueve años él me regaló una guitarra para amalgamar la sed que traía al respecto y me instruyó en la modalidad de la clásica”.

Señaló que su referencia, para aquel entonces, fue la agrupación de rock en español Maná, así que entre lo que aprendía de su hermano y lo que extraía de esta icónica banda, fue dando sus primeros pasos. Simultáneamente, engranaba todo eso con las clases de música que recibía de manos de la profesora Judith Delgado, en la escuela Sifontes, donde él cursó primaria.

“Estando en 4° grado ella me convidó a participar en un festival de bandas y me pareció maravilloso porque descubrí el fascinante mundo de los instrumentos de percusión, en esa onda me entusiasmé por ver clases de baterías en la fundación Vicente Emilio Sojo, en el 2005. Más adelante, cuando comienzo educación básica en el Risques, la cátedra musical que predominaba era el género venezolano, cosa que para el momento no me atraía; así que me dio por conformar un pequeño grupo para hacer algunos covers en acústico”.

Para 2008, al iniciar 4° año de bachillerato en el emblemático liceo San José, Moisés explora un interesante nuevo nivel. “Definitivamente llegar allí me cambió la vida”. Conoció a un grupo de jóvenes que ensayaban en el patio de la institución los temas para las misas al son de batería, bajo, piano y guitarra; cosa que le pareció interesante porque desconocía que la música de la iglesia podía tocarse con esa clase de instrumentos.

“Decidí sumarme a ellos y lo disfruté muchísimo, aprendiendo de forma autodidacta. Poco a poco, durante dos años ahorré para comprar mi propia guitarra eléctrica y a punta de perseverancia lo conseguí; comencé a estudiar en la escuela de música Sol Mayor, que quedaba en el sector Cuatro Esquinas, en Los Teques. Lo que aprendí allí, más lo que obtuve con los chicos del San José me llevaron a conformar otra pequeña agrupación que estuvo vigente por unos tres años, a la cual bauticé como Luna Cero”.

La otra cara de la moneda

Una vez que se disuelve el proyecto, Moisés tomó un nuevo rumbo: impartir clases. En el Centro de Capacitación Laboral Parroquial San Juan Bosco se estrenó como profesor mientras se instruía en el Tecnológico de Música de Valencia; “lo que ahí aprendía lo transmitía a mis alumnos acá”.

Tras tres años, egresó del instituto y trabajó para varias bandas de renombre, pero su insaciable sed de conocimientos lo indujeron a saber más sobre lenguaje de solfeo, y es así como llega a la Escuela Superior de Música José Ángel Lamas, en Caracas; a la par que inició sus estudios en el Iuspo para la carrera de Educación, mención Filosofía, que está próxima a culminar satisfactoriamente.

“Cuando cumplí 21años se me presentó la oportunidad de trabajar como docente en la fundación donde una vez fui alumno, la Vicente Emilio Sojo. Tuve una enriquecedora experiencia enseñando a niños y jóvenes en el área de guitarra eléctrica y bajo, luego amplié esas cátedras con guitarra popular, lenguaje musical y batería”.

Expresó que enseñando ha aprendido grandes cosas, lo considera un proceso de retroalimentación permanente. “Uno jamás debe dejar de perseverar ante lo que de verdad se quiere, hay que tener presente que el futuro es hoy, por eso mis planes nunca son a largo plazo sino de manera casi inmediata, voy un día a la vez y soy partícipe de la automotivación, hay que creer siempre en sí mismo”.

Talento local

Motivado por la imperiosa necesidad de expresar realidades de una forma algo jocosa, se las ingenia para conformar una banda más sólida, que lleva por nombre Vía Cero; siguiendo la línea de Desorden Público, Soda Estéreo, Fito Páez y Maná.

Los integrantes de su agrupación surgen de aquellos que alguna vez fueron alumnos de Moisés, quien es el director de la agrupación y que tiene en mente una pronta producción discográfica, porque a su juicio la música es un gran regalo que debe compartir con los demás.

“Me acompañan Dennis Herrera, baterista; Vanessa Soto, guitarrista eléctrica; Isabella Navarro, guitarrista; el profesor Ricardo Goitía como voz líder, y yo que compongo, soy arreglista y toco el bajo. En año y medio que tenemos como banda de estilo alternativo hemos podido presentarnos en Unearte, Villa Teola, donde también he dado clases, y en la Vicente Emilio Sojo”.

“Con Vía Cero presentamos musicalmente temas de contenido jocoso y también situaciones que afectan a la sociedad, pero con un toque chistoso; por ejemplo la ausencia de valores y sentido de pertenencia son letras que allí abordamos”.

Firmemente convencido, manifestó que no imagina su vida sin ese magnífico oasis que representa la música para él. Sin embargo aclaró que es importante mantener la humildad como valor principal en esta profesión. “Lo mejor para uno es tener la satisfacción de saber que estás llegando a los corazones, te aplaudan o no lo principal es calar con tu mensaje”./no

*Para este joven talento, toda insistencia tiene su recompensa

         

MARIBEL SÁNCHEZ

 

 

 

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