La mayoría de las plantas televisivas abandonó las gaitas y villancicos para dar paso a mensajes de reflexión.
Como es tradición por estas fechas, los canales nacionales reúnen a sus talentos para producir sus mensajes de Navidad. En años anteriores, el tema que vinculaba a estas cuñas era el país, desde diversos ángulos: su comida, su gente, sus paisajes, sus tradiciones. Y, por sobre todas las cosas, tenían un espíritu de celebración de la venezolaneidad y de la época decembrina.
La música era el elemento principal de los canales para contar las historias. Sin embargo, Venevisión, Televen y Vale TV, optaron por dejar a un lado las notas de las melodías tradicionales para llevar mensajes que invitan a reflexionar sobre el país. En el canal de La Colina, además, se redujo el tiempo de las cuñas. Aunque ya en 2010 las producciones comenzaron a ser más modestas, desde el año pasado en Venevisión se dejaron de hacer los grandes comerciales que duraban hasta cuatro minutos.
Este año, la planta produjo micros de 30 segundos, bajo la dirección general de Erick “el Pollo” Simonato, cada uno protagonizado por el talento de sus espacios. Así, Leonardo Villalobos, Mariángel Ruiz, Eduardo Rodríguez, Manuel Sainz, Federica Guzmán, José Manuel Dopazo, Elianta Quintero y Ana Alicia Alba, entre otros, desean paz, amor y respeto, en mensajes alineados a su campaña de responsabilidad social. Entretanto, en Televen se produjo una cuña de dos minutos y medio de duración. El hilo conductor son los niños del programa Consentidos estrellas, que traspasan una lámpara para que el talento del canal pida sus deseos para Venezuela.
El mensaje navideño fue dirigido por Joel Arcia y producido por Patricia González y Anabel Rodríguez. Los guiones que sirvieron para que Osman Aray, Arnaldo Albornoz, Luis Olavarrieta, Mónica Fernández y Carlos Fraga pidieran amor, paz y compromiso en la construcción del país, estuvieron a cargo de Amaris Páez. Más modesta fue la producción de Vale TV. El canal se preocupó en resaltar su compromiso de responsabilidad social con el país y con sus valores tradicionales. La historia parte de un pequeño que escribe su carta para el Niño Jesús, en la que pide amor, piedad y paz para Venezuela.