Versatilidad, al compás de una extraordinaria trayectoria policial y un sabroso swing musical envuelven la historia de William Aponte, un melómano de nacimiento que a fuerza de perseverancia, sentido visionario y disciplina ha dejado huellas con un sello inconfundible; desde 2004 labra una interesante carrera como director general de la agrupación Remembranzas Latinas.
“Crecí en Petare, aunque soy nacido en Trujillo, en aquel populoso sector de Caracas rodeado de un ambiente sano y muy movido me enganché al género de la salsa, de hecho siento que la llevo en las venas; tanto que yo dejaba de jugar pelota por codearme en los eventos de aquellas barriadas en las que decían presente grandes exponentes como el Sexteto Juventud y Oscar D’ León”.
Sus padres y hermanos, decidieron mudarse con él, cuando tenía unos nueve años de edad, para Los Teques a lo que conocemos como la calle principal del sector Pan de Azúcar, donde reside desde hace 40 años. “Mi familia es una de las fundadoras de esa comunidad, cuando llegamos esto era puro ganado, poco a poco se fue convirtiendo en lo que es hoy”. Tras culminar estudios de primaria y bachillerato decidió prestar servicio militar voluntario por dos años en la Circunscripción del Distrito Capital.
“Mi gran referente siempre fue mi padre, considero que soy el reflejo de él, fue músico, policía también barbero, yo he seguido uno a uno sus pasos y he trascendido en otros aspectos. Durante mi servicio desempeñé labores de inteligencia en todo el país, al culminar me llamaron de Fuerte Tiuna para trabajar en el área de investigaciones hasta que presenté en la PTJ y Disip, afortunadamente quedé seleccionado, tenía como 20 años de edad”.
Tras 27 años de servicio, fueron muchas las experiencias vividas e incontable la cantidad de casos en los que participó para la unidad de Patrullaje, Investigación e Inteligencia, hasta que salió jubilado en 2009. Aponte, se considera un hombre muy activo y por ello a la par de sus funciones policiales sacó una carrera universitaria como licenciado en Recursos Humanos, sin dejar de lado su participación en diferentes toques como corista, paralelo también a una bien sustentada preparación como músico y cantante. Mucho antes de todo eso fungió camillero y enfermero.
Materializando ideas
“Fui instructor y en un momento dado fui ascendido al cargo de comisario, donde permanecí alrededor de ocho años. Estuve de comisión de servicio por cinco años en el Iapem. En 2004 comencé sigilosamente a emprender acciones para concretar uno de mis más grandes sueños, conformar mi agrupación a la que bauticé como Organización Musical Remembranzas Latinas, con la que más allá de brindar salsa dura y de la buena, en la que siempre busco mantener la esencia de lo clásico, organizo eventos y brindo diferentes servicios a través de ella”.
Por si fuera poco, para complementar la universalidad de oficios que comprenden su vida, realizó el curso de locución en la UCV, de donde egresó hace unos cinco años con el certificado número 44.188; gracias a eso desde hace cerca de un año conduce en la radio comunitaria Urquía 97.5 FM el programa Remembranzas Latinas, donde cada martes a la 1:00 pm evoca los mejores tiempos de este importante ritmo caribeño.
“Con la agrupación he tenido la oportunidad de alternar con Adalberto Santiago, Tito Rojas, Andy Montañés, Pedro Arroyo, entre otros. Nosotros interpretamos temas de los años ’70 sin hacerle el más mínimo cambio, conservo su esencia original para que suene tal como lo hacía en sus momentos de gloria, con la intención de que la gente se traslade y sienta lo sabroso de ese ritmo original. También tocamos temas de mi propia autoría, he compuesto alrededor de 40 canciones y en todas busco dejar alguna enseñanza, basándome en hechos reales; pronto saldrá mi primera producción discográfica”.
Entre bendiciones y desavenencias
Desde un impresionante estudio personal, que con mucho esfuerzo viene levantando hace siete años en uno de los espacios de su vivienda, William narró que allí transcurre buena parte de su tiempo, entre ensayos y composiciones para la orquesta.
“A raíz de un terrible accidente que sufrí y pasar por varias terapias de rehabilitación para activar mi cuerpo fracturado en 50%, enfrenté un reposo que me tenía inquieto; fue allí cuando quise estructurar este estudio, en el que además imparto clases de iniciación musical a todo aquel que lo requiera”.
En el plano personal, mencionó que lleva 34 años de matrimonio con Martha González, quien lo convirtió en padre de tres chicas. De una relación anterior nació su primogénito, quien falleció, dejando huellas imborrables en su padre.
“Me ha tocado vivir episodios muy fuertes en mi vida, como lo fueron aquel terrible accidente y la pérdida física de mi único hijo varón; pero el amor por mi familia y la pasión por la música me han servido de motivación para seguir adelante, estoy bendecido con seis maravillosos nietos”.
Aprovechó la oportunidad para extender un agradecimiento al apoyo que brinda al talento venezolano la emisora Costa Azul Radio, de Nueva York, donde cada viernes entre las 5:00 y las 8:00 pm promueven a través de su portal www.costazulradio.com lo mejor de la salsa hecha en nuestro suelo.
“Es maravilloso poder contar con esa valiosa trascendencia internacional, para catapultar la excelencia con la que trabajamos con cariño, profesionalismo y humildad desde acá, esa que me ha hecho acreedor, junto a mis músicos, de la orden Vicente Emilio Sojo en su tercera clase”./lb
