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“La violencia obstétrica está catalogada como un delito”

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Periodistas de Avance

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Esta práctica impacta negativamente la calidad de vida de las mujeres

ILDER MAESTRE

La violencia obstétrica es cualquier conducta, que por acción u omisión, es realizada por un personal de la salud, que afecte el cuerpo y los procesos reproductivos de las mujeres, así como el trato deshumanizado, la medicalización injustificada y la patologización de procesos que son naturales.

La doctora Marbella Camacaro, docente e investigadora de la Universidad de Carabobo  aseveró que “el debate sobre la violencia obstétrica es una de las discusiones prioritarias de la agenda en materia de salud y derechos sexuales y reproductivos de las mujeres a nivel nacional e internacional”.

Destacó “nuestra Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia la describe como la apropiación del cuerpo y procesos reproductivos de las mujeres por personal de salud, que se expresa en un trato deshumanizador, en un abuso de medicalización y patologización de los procesos naturales, trayendo consigo pérdida de autonomía y capacidad de decidir libremente sobre sus cuerpos y sexualidad, impactando negativamente en la calidad de vida de las mujeres”.

“Esta categorización de la violencia obstétrica como delito, coloca a Venezuela como el primer país en América Latina que le otorga sanciones legales a una violencia que durante siglos fue avalada por la ciencia y legitimada por el colectivo social”, detalló.

Explicó que “debido que el proceso del parto y nacimiento ocurre mayoritariamente, en hospitales y no en centros o casas maternas, se ocasiona la pérdida de la relación protagónica de las mujeres durante la vivencia del embarazo, el parto o el puerperio, las cuales son desplazadas por la autoridad del saber médico, quienes básicamente ejercen una función de control sobre ellas, exigiéndoles sumisión ante su autoridad médica”.

Recalcó que “hay prácticas comúnmente aceptadas y naturalizadas, como el tacto vaginal realizado por médicos/as y estudiantes, a través  del cual el poder del saber galeno dirige y controla el trabajo del parto”.

“Contar con un marco legal para sancionar la violencia obstétrica es muy importante, pero no suficiente para garantizar una experiencia del parto y nacimiento humanizado, ya que se requiere una revisión profunda de los mitos, creencias y prácticas vinculadas a estos procesos médicos, que son socialmente aceptados y reproducidos sin cuestionamiento”, dijo. /ya. Fotógrafo: Luis Maizo

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