Remodelan la UEE Buenos Aires

En beneficio de los casi 350 alumnos de la Unidad Educativa Estadal Buenos Aires, la Misión Barrio Nuevo Tricolor se ha encargado de las reparaciones en las áreas más necesitadas. A pesar de ser una escuela estadal, el poder popular asumió el compromiso y se ha dado a la tarea de rehabilitar las instalaciones. Carmen Cecilia Escalona, vocera del consejo comunal Mujeres Luchadoras, fue quien propuso el proyecto de reparación, que se ha ejecutado en conjunto con Corpomiranda desde el último trimestre de 2014. Hasta los momentos se han pintado los salones y áreas internas, mejorado las condiciones de los baños con labores de albañilería y se le hizo un cariñito a los tanques de agua. Falta terminar la conexión de tuberías hacia la cocina.

Aún quedan trabajos por hacer

En su fase inicial, la misión canceló el 35% del total del proyecto, que serían Bs. 283.465,11. Aún restan Bs. 516.537,89. “Quedan dos meses para la fecha tope y todavía no hemos recibido la segunda parte del dinero”, declaró Daniel Castro, vocero comunal.

Para la segunda etapa, los encargados pretenden finalizar las labores pendientes, entre las que resaltan pintar la fachada y áreas externas, atender una filtración que hay en la dirección, reparar puertas y sistemas de seguridad del área perimetral y levantar los muros en la parte frontal y trasera.

Las áreas comunes de la escuela también están en lista de espera. “La cancha requiere un trabajo especial, hace falta techarla y pintarla, además de dotarla con implementos deportivos”, distinguió Castro. Escalona enfatizó que deben renovar el sistema eléctrico, labores que pronto comenzarán, de la mano de Corpoelec.

Madres procesadoras sufren para cocinar

Aunque con la remodelación se está haciendo lo posible por cubrir las necesidades, hay requerimientos importantes que se mantienen paralizados. Felicia Liendo, coordinadora del Mipae, hizo un llamado a la comunidad o a los entes responsables para que les faciliten dos bombonas de gas grandes, ya que las que tenían en la institución fueron hurtadas en febrero del año pasado.

Desde entonces resuelven con un cilindro pequeño y una cocina de una hornilla. “Es incómodo para las señoras que cocinan, ya que tienen que cumplir sus tareas casi agachadas y eso les genera dolencias en la espalda”./Herlis Domínguez/ac/Foto: Gioersy Mendoza