La crisis del coronavirus ha supuesto una infinidad de cambios en nuestro estilo de vida y en nuestra rutina diaria. Distanciamiento social, una higiene extrema, restricciones en lugares públicos, cambios en nuestras costumbres diarias… y hasta introducir elementos en nuestra vestimenta. Hablamos, lógicamente, de la obligatoriedad de portar una mascarilla protectora. Se trata de una medida que las autoridades sanitarias impusieron hace ya varios meses para sumar en la lucha frente a los contagios de la Covid-19.
Hoy en día, el uso de mascarillas quirúrgicas en España ha ganado un fuerte protagonismo, ya que son el modelo más utilizado tanto entre los ciudadanos de a pie como entre los profesionales que desempeñan su trabajo en establecimientos de cara al público. De hecho, en todo tipo de negocios se ha extendido la tendencia de utilizar mascarillas de colores como las que pueden encontrarse en la plataforma especializada MascarillasAntivirus.es. Nos referimos a locales como salones de belleza, restaurantes, o incluso en la hostelería con los restaurantes o cafeterías.
Sin ir más lejos, las Consideraciones para el uso de mascarillas que establece el Gobierno hacen obligatorio el uso de las mismas, entre otras medidas y restricciones imprescindibles, para que ciertos negocios puedan abrir y continuar con su actividad en tiempos de pandemia. Lo cierto es que las mascarillas de colores son un factor importante tanto en la seguridad de todos los presentes en el establecimiento, pero también pueden cumplir una función estética que marque la diferencia.
¿Por qué usar mascarillas de colores en un negocio?
Con el paso de los meses y la evolución de la pandemia, la sociedad y las empresas han tenido que adaptarse a las nuevas circunstancias. Como se ha comentado, las mascarillas de colores han ganado presencia a nivel general, y ello es debido a todos los beneficios que conllevan, tanto desde el punto de vista sanitario como de imagen corporativa. ¿Cómo? Vamos a detallar esta serie de características.
Seguridad para los clientes y los empleados
Si reparamos todos los beneficios que puede llevar el uso de mascarillas quirúrgicas en el interior de un negocio que basa su actividad en la atención de cara al público, como son los salones de belleza, de tatuajes o incluso restaurantes, tenemos que mencionar la seguridad para los clientes y, por supuesto, también para los empleados.
Es el factor primordial, el motivo fundamental por el que cada empleado debe portar una mascarilla: los clientes deben sentirse seguros dentro del establecimiento, y las mascarillas son uno de los elementos principales que las autoridades establecen para tratar de evitar contagios.
Muestra de compromiso con la causa
Al hilo del punto anterior, el uso de mascarillas es también una muestra de compromiso social por parte de la empresa y todo el equipo humano y profesional que la compone. Portar los modelos quirúrgicos en todo momento y cumplir con el resto de indicaciones que marca el protocolo sanitario es un factor trascendental en el que los clientes ponen su punto de mira.
Que los empleados vayan equipados y que el local cuente con todas las medidas estrictas para la seguridad transmitirá tranquilidad a todo el público potencial, que verá el establecimiento como un lugar seguro al que acceder y disfrutar deu su servicio. Es el primer paso a cumplir dentro del contexto actual para adaptar un negocio a los tiempos actuales.
Importante elemento estético
El mercado de las mascarillas ha evolucionado a un ritmo frenético desde el inicio de la pandemia, y sobre todo, desde que las autoridades sanitarias establecieron como obligatorio su uso en espacios públicos. Por ello, hoy día es posible encontrarlas tanto en diferentes colores como también con dibujos o diseños concretos. Esto hace que la mascarilla, además de un elemento de seguridad para los propios empleados y los clientes, sea también un importante elemento estético.
¿Por qué? Pongamos el ejemplo de un restaurante. Si los camareros llevan un uniforme idéntico, que tiene unos colores y un estilo que sigue la identidad corporativa del negocio, podemos ahora añadir las mascarillas de un color o un diseño que sigan esta misma línea. Hablamos de un elemento añadido al apartado estético que puede sumar en la imagen de la empresa, es decir, considerarla como una prenda más dentro del uniforme que deben llevar.
El ejemplo que hemos usado de los camareros puede extrapolarse a otros profesionales de negocios abiertos de cara al público, como puede ser el equipo profesional de un salón de estética o los tatuadores de un salón de tatuajes. La estética, que toda la plantilla cumpla con una misma identidad, es algo primordial de cara al exterior, y la mascarilla puede ser también un elemento diferencial.
Forma de identificación
Si seguimos con lo comentado en el punto anterior y queremos ir un paso más allá, podemos impulsar la idea de utilizar mascarillas de diferentes colores para diferenciar entre empleados. De nuevo, utilizamos el ejemplo del restaurante: mascarillas de un determinado color para camareros, un color diferente para el responsable de sala, otro para el equipo de cocina y un largo etcétera.
Siempre eligiendo colores que concuerden con la dinámica estética de los uniformes pero que sirvan a los clientes para diferenciar entre el cometido de todo el equipo profesional que trabaja en el establecimiento. Es una forma más de comunicarnos con el público potencial y ofrecerle información útil sobre nuestro negocio. De la misma manera, puede emplearse esta táctica en otro tipo de establecimientos que tengan diferentes escalafones en su plantilla profesional.
Redactor: Adrian Egea Sempere