Se recomienda asistir a terapia en lugar de optar por la inmovilización

DORIANA BORREGO

La lesión en el tobillo o esguince, es una de las más comunes debido a que puede ocurrir al presentarse un error en la pisada o al doblarse el pie en la rutina del día a día, la gravedad de esta afección se divide dependiendo por niveles para reconocer cual es el tratamiento adecuado.

“Suele suceder por un mecanismo de inversión forzado, bien sea por una mala pisada o un resbalón. Cuando van a apoyar el pie, en lugar de hacerlo en plano se lleva la extremidad hacia adentro, lo que puede provocar una distención de los ligamentos colaterales del tobillo, específicamente en el perineo lateral, corto y largo”, explicó Roxana Velásquez, fisioterapeuta.

Agregó que “Al ocurrir esto, es posible que también se desencadene una disquinesia en los músculos que se encargan de dar el paso, provocando tensión en la musculatura perinea o en el lateral corto y largo del gastrocnemio externo”.

Explicó que en caso de presentarse una distención  o una ruptura parcial o total, pueden colocarse félulas o algún inmovilizador que solo se recomienda en casos de ruptura, otros tratamientos comunes son la terapia y los vendajes funcionales o neuromusculares para ayudar a la estabilización del miembro”.

“Posteriormente se libera la musculatura para fomentar la recuperación funcional, también se acompaña de ejercicios, que restauren la movilidad y flexibilidad sin afectar la pisada, tomando como punto central el fortalecimiento del pie”, concluyó./ct