Vecinos denuncian que el hampa actúa a sus anchas
Un rústico o cualquier vehículo 4×4 sería ideal para las familias que habitan en San José de los Altos, parroquia Cecilio Acosta, en Guaicaipuro, considerando la gran cantidad de troneras que abundan en su carretera. Sin embargo, la realidad es que la mayoría de los vehículos de sus habitantes están vueltos leña y, en algunos casos, ni siquiera sirven.
Una de las que sufre calamidades por esta problemática es Jaqueline Zamora, quien contó que cada vez que llueve se forma una enorme laguna frente a su casa. “Desde que ejecutaron el proyecto de la vialidad es todo un martirio ingresar al inmueble, pues la calle presenta una inclinación que hace que el agua se empoce”.
Sostuvo que debido a esta situación se vio obligada a construir un muro de unos 60 centímetros en la entrada de su vivienda para evitar que se anegara con las precipitaciones. Refirió que hace tres semanas el alcalde de Guaicaipuro, Francisco Garcés, visitó la localidad pero, lamentablemente, ella no se encontraba en el lugar, razón por la cual no pudo abogar de forma directa por los inconvenientes que debe enfrentar.
Zamora, que comparte el inmueble con su hijo y su nieto, aseguró que producto de la acumulación de agua la humedad en permanente, al tiempo que pidió la rápida intervención de los entes responsables debido a que aumentó la cantidad de carros que circulan por la vía por la megatronera en Tipiripire.
“Una parte de la carretera, que están usando como vía alterna, es de tierra, por lo que apenas llueve se forma un lodazal que lo que hace es arrastrar el pantano hasta el frente de nuestras casas, por lo que urge su pronta pavimentación”.
Asimismo, no perdió la oportunidad de pedirle al mandatario local o a cualquier otro ente público o privado que intervenga lo más pronto posible para resolver esta problemática. “Con estos pozos de aguas se están deteriorando aún más lo que ya estaba deteriorado. Tampoco tengo agua porque desde la escalera se vino toda la tubería”.
Hasta una hora esperan por un bús
Otra de las calamidades con las que deben sobrevivir los residentes de San José tiene que ver con las recurrentes fallas en el servicio de transporte urbano, del que aseguran deben esperar por más de una hora. “A raíz del hueco que se formó en Tipiripire, entendemos que los transportistas no van a salir con un solo pasajero, pero nos parece un exceso que tarden tanto en salir y que uno tenga que esperar hasta más de una hora por ellos. Además, creo que se aprovechan de que son la única línea que cubre esta zona”, expresó Salvador Jeria, vecino.
Peloteo gubernamental
Relató que entre las familias que habitan en la zona resolvieron hace más de un año rellenar uno de los tantos huecos con restos de cerámica y también les colocaron un palo y una enorme pieza de hierro para alertar a los conductores, dado que toda la vía carece de alumbrado público.
Jeria lamentó que a la fecha la tronera sigua igual sin que ninguna autoridad haga algo por rehabilitar ese tramo. “Si no es el Alcalde peloteándole su responsabilidad al Gobernador, es este haciendo lo propio con el Gobierno nacional, y mientras uno sigue pasando roncha porque nadie resuelve nada”.
Declaró que, según su conocimiento, la carretera es nacional puesto que comunica parte de los Altos con Valles del Tuy y la capital de la República, por lo que a su juicio su mantenimiento debe correr por parte del Ejecutivo central.
Comerciantes atemorizados
Contó que uno de los vecinos construyó un minicentro comercial que aún no ha abierto sus puertas dada la creciente inseguridad que se adueñó del sector. “Muy cerca de acá fue donde consiguieron muerto al veterinario de 81 años, lo que es verdadera lástima”.
De igual manera dijo no entender cómo Venezuela, que tiene tantos recursos naturales y económicos, sucumbe ante la ley que impone la delincuencia, cuando otros países con menos potencialidades como Chile -que lo vio nacer- se perfila hacia el grupo de naciones desarrolladas.
Llamado a la conciencia ciudadana
Samuel Jeria también invitó a sus vecinos a tener mayor sentido de pertenencia por la localidad y a velar por sus recursos. “No es posible que la gente se haya dado a la tarea de crear un minivertedero sin conocer las consecuencias que esto genera a la salud”.
Explicó que los habitantes de la zona incluso arrojan las bolsas de desechos desde sus vehículos, lo que lamentablemente se ha vuelto un hábito. “No se puede negar que el servicio de aseo que presta la Alcaldía de Guaicaipuro es pésimo, pero no por eso vamos a atentar contra nosotros mismos botando la basura en lugares inadecuados”./Amy Torres/Foto Edgar Jiménez/rrdiarioavancecomunidad@gmail.com