Oswaldo Oropeza Guariguan tenía amplio prontuario por delitos de homicidio, extorsión, secuestro, distribución de drogas, tráfico de armas, entre otros delitos
Veinticuatro días después de que fuera dado de baja el delincuente más peligroso de los últimos tiempos en Venezuela, alias “El Picure”, cuerpos de seguridad abatieron al que le seguía en la lista, conocido con el remoquete de “El Lucifer”.
La información fue confirmada a las 4:00 pm de este viernes por el ministro de Interior y Justicia, Gustavo González López, quien indicó que murió al enfrentarse con la fuerza élite de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), Sebin y Guardia Nacional; durante una persecución que culminó en las cercanías del Hotel Colonial, en la carretera Panamericana.
Oswaldo “El Lucifer” Oropeza Guariguan, lideraba una pandilla compuesta de al menos 190 personas que con armas de potente calibre (entre ellas fusiles y granadas), sembraba el terror en la Cota 905, El Cementerio y El Valle. Fuentes policiales advirtieron que el uso de drones le permitía a miembros de la banda monitorear cualquier ingreso de uniformados a estas comunidades.
Ofrecía dólares por vida de policías
Era buscado por múltiples homicidios y por los delitos de extorsión, secuestro, distribución de sustancias estupefacientes y robo. De este delincuente se decía que actuaba según las instrucciones de Junior Tovar, alias “El Picure”, con quien sostuvo una especie de alianza al usar el mismo modus operandi que su compinche usaba en el llano.
Funcionarios policiales y militares llevaban días siguiéndole la pista al antisocial y fue hasta este viernes que pudieron interceptarlo en El Valle, sin embargo éste escapó con otros delincuentes hacia la Panamericana pues pretendía esconderse en el Hotel Colonial, donde presuntamente solía “guardarse” usando una falsa identidad.
La mala fama del hampón cobró fuerza cuando presuntamente, comenzara a ofrecer una paga en dólares a quienes mataran policías. Dependiendo del cargo y del cuerpo de seguridad al que perteneciera, la suma era abultada.
Sus aliados estaban desplegados por toda la Gran Caracas, operaban en reconocidas discotecas, clubes y demás sitios de encuentro de empresarios y sus familiares. Era en estos lugares donde escogían a las víctimas de secuestro y extorsión, que en su mayoría debían cancelar en dólares el costo de su vida.
Altos Mirandinos, guarida de altos hampones
El alto mando policial y militar puso el ojo a esta subregión de Miranda también en febrero, cuando funcionarios de la Brigada de Acciones Especiales (BAE) del Cicpc, tomarán la comunidad de Guareguare en San Diego, tras el rastro de Juvenal Antonio Sánchez, otro delincuente ampliamente buscado que aún permanece en fuga. También era socio de “El Picure” y el 18 de ese mes, fue rodeado en una zona montañosa, donde se enfrentó a tiros de fusil con los uniformados, logrando escapar.
En dicho enfrentamiento resultó abatido su hermano, Miguel Bravo y cuñada, Aleidi Sánchez. También murió el detective agregado del Cicpc, Baimer Zorrilla Como las de “El lucifer” y “El Picure”, la banda de “El Juvenal”, secuestraba y extorsionaba a comerciantes de los Altos.
En un operativo similar al que se realizó para capturar a Oswaldo Oropeza, en 2012 la policía científica aprehendió a Víctor Da Cámara, alias “El Portugués”, antisocial que mantuvo en zozobra por años a la comunidad altomirandina por sus múltiples crímenes.
A este malhechor lo capturaron saliendo de un hotel de la Panamericana en ese entonces, se fugó de la Penitenciaría General de Venezuela y fue abatido en octubre de 2015, en el estacionamiento del Centro Comercial El Tolón.