Seis años han pasado desde que los residentes del conjunto residencial La Cascarita perdieron una cuarta parte de lo que fue la cancha cercada, que no solo servía para que los niños y jóvenes entrenaran sino también para encuentros deportivos con otras comunidades.
La estructura quedó en riesgo debido al socavamiento del terreno, producto de las aguas negras que pasan por debajo, lo que motivó a los vecinos a que se las ingeniaran para mover el aro de baloncesto desde su lugar original.
Frank Martínez, residente del sector, declaró a Avance: “Ahora se suma el problema del montarral que rodea lo que nos quedaba de cancha, antes lo detenía la cerca, pero ante la ausencia de la misma, entonces se expande y nos sigue restando espacio. Nosotros, venimos realizando jornadas periódicas de limpieza en las áreas verdes, pero nos hace falta un espacio deportivo completo que esté apto para el disfrute de todos”.
Recalcó que son muchos los organismos que van e inspeccionan, pero no resuelven ni el socavamiento, ni la instalación de un nuevo cercado y mucho menos el de una cuadrilla que regularmente desmalece los alrededores./MS/rp Foto: Yuliettsha Molina