05/10/15 .-  Quienes ganen un sueldo de Bs. 7.421,67 necesitarían cobrar aproximadamente cuatro meses de utilidades para poder comprarse una pinta en los centros comerciales de los Altos Mirandinos.

El señalamiento lo realizó el encargado de un comercio, quien dijo que la mercancía está carísima y reportó un declive de hasta 60% en las ventas.

De igual forma, dijo que para esta época solía haber bastante afluencia de clientes porque en diciembre se disparaban los precios y muchos aprovechaban de comprar antes; sin embargo, ahora la gente simplemente pasa, ve las vitrinas, pregunta precios y termina marchándose.

En cuanto a la vestimenta de caballero, refirió que siempre ha sido más costosa que la de damas, pero ahorita es prácticamente imposible para un asalariado adquirir un pantalón de marca, pues se ubica a partir Bs. 10.000.

Asimismo, dijo que las franelas rompen la barrera de los Bs. 4.000, camisas de vestir de Bs. 6.000 en adelante y los zapatos pueden costar más de Bs. 25.000. “Hasta la ropa íntima está por las nubes, un bóxer sale en Bs. 2.800”.

Subrayó que esta situación se vive incluso con los proveedores nacionales, ya que la falta de divisas y la poca materia prima hacen los costos no sean tan accesibles como antes.

Por otra parte, apuntó que la vestimenta femenina sube como la espuma y las camisas no bajan de los Bs. 5.000, pantalones en Bs. 7.000 y los tacones hasta en Bs. 15.000.

Ni los buhoneros venden barato

Los que acostumbraban a buscar ofertas en los puestos de los buhoneros se quedaron como tiesos cuando compararon los precios con los establecimientos privados y se dieron cuenta de que son prácticamente iguales.

El pantalón más barato para hombre no baja de Bs. 5.000 y las franelas, que no siempre son de buena calidad, están en Bs. 2.500. Como se recordará, hace cinco meses una camisa podía costar Bs. 650 y un pantalón Bs. 1.500

“Así como a los comercios privados les llega todo caro, a nosotros también. La gente se queja porque supuestamente aquí tendría que ser más barato, pero los despachos cada vez son más costosos y eso nos trae pérdidas porque a la otra semana ya hay nuevos precios”, sostuvo la encargada de un puesto en La Hoyada.

Por: Adrián Rivero